Pos sí, toca copy-paste. No todo en la vida es inspiración.
Paul Auster(EEUU, 1947)
Novelista y poeta estadounidense. Auster nació en Newark, Nueva Jersey. Estudió en la Universidad de Columbia y después de trabajar en un petrolero durante un año se fue a vivir a Francia cuatro años. Volvió a Nueva York en 1974. Auster empezó su carrera escribiendo poesía y ensayos en las revistas New York Review of Books y Harper's Saturday Review. En 1987 se ganó los elogios de la crítica por su libro de cuentos La trilogía de Nueva York. Después se pasó a la novela: El país de las últimas cosas se publicó en 1988, El palacio de la luna en 1989 y La música del azar en 1991, esta última llevada al cine en 1993 por el director Philip Haas. Sus novelas más recientes son Leviatán (1992) y Vértigo (1994). Su ficción se caracteriza por una desconcertante mezcla de realismo y fantasía, de lo normal y lo increíble, que sorprende al lector y confunde sus expectativas. También ha escrito una obra autobiográfica, La invención de la soledad, y un libro de poemas y ensayos, Cimientos (1990). En 1993 publicó El cuaderno rojo, y en 1994 colaboró en el guión de las películas Smoke y su continuación Blue in the face basadas en relatos suyos, con el director Wayne Wang.
La habitación cerrada, de Trilogía de Nueva York (fragmento)
" Vagabundeé mentalmente durante varias semanas, buscando la manera de empezar. Toda vida es inexplicable me repetía. Por muchos hechos que cuenten; por muchos datos que se muestren, lo esencial se resiste a ser contado. Decir que fulanito nació aquí y fue allá; que hizo esto y aquello, que se casó con esta mujer y tuvo estos hijos, que vivió, que murió, que dejo tras sí estos libros o esta batalla o ese puente, nada de eso nos dice mucho. Todos queremos que nos cuenten historias, y las escuchamos del mismo modo que las escuchábamos de niños. Nos imaginamos la verdadera historia dentro de las palabras y para hacer esto sustituimos a la persona del relato, fingiendo que podemos entenderle porque nos entendemos a nosotros mismos. Esto es una superchería. Existimos para nosotros mismos, quizá, y a veces incluso vislumbramos quiénes somos, pero al final nunca podemos estar seguros, y mientras nuestras vidas continúan; nos volvemos cada vez más opacos; más y más conscientes de nuestra propia incoherencia. Nadie puede cruzar la frontera que lo separa del otro por la sencilla razón de que nadie puede tener acceso a si mismo. "
El Poder de la Palabrawww.epdlp.comBarcelona - Nueva York
Confieso que no he leído nada de Paul Auster, y que tal vez ni lo haré. Digo, apenas si mascullo el español, voy a estar leyendo en inglés. Ahora que, en la cola de libros traducidos por leer, tal vez pondría la Trilogía de Nueva York.
hoy que debiste hablar de politica... me gustaria saber que piensan del asuntajo este (teorias de complo y autoatentados abstenerse)
RépondreSupprimer"...Existimos para nosotros mismos, quizá, y a veces incluso vislumbramos quiénes somos, pero al final nunca podemos estar seguros, y mientras nuestras vidas continúan; nos volvemos cada vez más opacos; más y más conscientes de nuestra propia incoherencia. Nadie puede cruzar la frontera que lo separa del otro por la sencilla razón de que nadie puede tener acceso a si mismo. "...
RépondreSupprimerY esta elucubración la hizo frente a la estatua de la libertad, el puente de brooklin... o el empire state???? je
un abrazo Pexoso.
besitos.
RépondreSupprimeres una lastima ke no estemos miles de kilometros más cerca =S
se quieren, se dan besos en la boca, se aman; yo sí chismeo con el benja y con la pexipata, me vale.....ya está entre mis favoritas la página del poder de la palabra.....has leido libros de Capote?; recién me enviaron un cuento de él y aún no lo leo...a divertirnos con la farsa del debate
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