Si bien algunos nos regodeamos con la desgracia ajena de una persona sinónimo de corrupción y cacicazgo, por otro lado sentimos pesar, pues no hay oposición real en este país ante el nuevo Huey Tlatoani, quien tiene entre sus manos poder de vida y muerte.
Si eso hace con alguien supuestamente poderosa, ¿qué no hará con cualquier hijo de vecino?
Autoritarismo, represión, desgracias en curso. Reformas energética, educativa, laboral, en telecomunicaciones, fiscal, para favorecer más a los que más tienen y joder más a los que menos poseen.
¿Tendremos dinosaurio por otros 70, o más años, o habrá hartazgo? ¿Surgirá algún Danton o Robespierre o estaremos entrando en la noche más oscura?
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1 commentaire:
Elba Esther es una persona nociva, adicta al poder, a quien poco le importó la educación. Pero ella no es el Diablo, ni constituye todas las cabezas de la Hydra. Cayendo ella y sus gatos, seguirá todo igual a menos que se impulse una reforma educativa integral y además se promueva la constante intervención y apoyo de los padres en el hogar.
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