lundi, janvier 31, 2011

De las 20,000 maneras de joderse uno la existencia

Hay 20,000 o tal vez 50,000 maneras de joderse uno la existencia. Esta que les voy a platicar es solo una de ellas.

Resumiéndola en una sola palabra sería algo así como: Apendéjese usted en el momento (de tiempo) y lugar incorrectos. OK, fueron 8 o 10 palabras, lo admito. ¿No les digo? es lo más fácil del mundo, apendejarse.

Tuve que salir del DF el fin de semana. Allá por Cuatitlán. Es que dicen que fuera del DF todo es Cuautitlán, jaja. Pésimo chiste o dicho atribuido a algún filósofo de banqueta.

Pude haber tomado el metro, o un autobús o una micro, pero entonces capaz que hubiera hecho como seis horas de trayecto. Tomé entonces mi run-run (¿se fijaron que Jess ya no nos habla de su run-run?).

Gracias al Google Maps más o menos tracé mi ruta. Necesito un GPS o un aparatito de esos que te van diciendo: avance 100 metros, gire a la derecha, ahora a la izquierda, nuevamente a la izquierda, retroceda 100 metros pues ya se pasó, etc., pues mi sentido de desorientación es óptimo.

A la ida, no problem, pas de problème. Pero a la venida (y eso que me encanta), ayyy wey. Voy siguiendo la guía y de repente saliendo de una curva quedo en medio de una glorieta. Opciones: camino o carretera a la derecha, por en medio no porque venían autos con weyes en sentido contrario, y camino a la izquierda. Del shock post traumático no logro recordar si frené por completo o seguí circulando lentamente. Le pregunté al pexipatito: ¿a la derecha o a la izquierda?

No sé si el pexipatito me respondió en cámara lenta o si yo reaccioné tardíamente. En todo caso, él dijo: a la izquierda, pues a la derecha vamos para otro lado.

El tiempo que yo volví a pisar el acelerador del auto para tomar a la izquierda, y en ese justo momento pasa un pinche vocho blanco jijodesureputísimamadreparturientaqueloparió rebasándome por la izquierda (lo cual es normal, lo admito) pero para dar vuelta a la derecha (lo cual es anormal), y como a 150 km/h (lo cual de plano son chingaderas).

Bueno, gracias a mis reflejos mamutianos (de mamut, lentos), es decir, gracias a que no aceleré rápidamente, que sino, es la hora que estuviera yo posteando esto desde una cama de hospital, en el mejor de los casos. Ya saben, el lema de los carros actuales: haz sandwich. En un golpe, dizque se abolla toda la carrocería para proteger a los ocupantes. El caso es que se abollan y de paso lo abollan a uno.

En ese momento y como reflejo propio de un tigre dientes de sable saltando en la planicie (libertad poética, jeje), mis dos huevos subieron y se me enroscaron (¿enrrollaron?) alrededor de mi garganta, cual si hubiesen sido una bufanda.

Carajo, pinches maneras de conducir de esta bola de cavernícolas.

No hay duda, para joderse la existencia, solo bastan uno o dos segundos.

De apendejamiento.

Quod dixi dixi

Disyuntivas

Dice el dicho que "Palo dado ni Dios lo quita". Y es verdad. Después de haber recibido el golpe físico, moral, económico, al orgullo, o a todo eso junto, pues lo único que queda es hacer un recuento de daños y seguir adelante. No hay de otra.

Bueno, sí hay de otras, pero por lo general las otras alternativas no dejan nada bueno. Más si uno cree en Dios, o si tiene uno gente que depende de uno.

Yo sé que mis preocupaciones no son o no deberían ser tan importantes ni tan graves. En este momento hay alguien que conozco que está sufriendo porque un ser querido está a punto de abandonar este mundo. Egoísta como soy, pienso: como quiera esa persona ya vivió una vida, ya es grande de edad. Debe ser más duro cuando en la situación se encuentra un niñ@, un ser desvalido.

Obama también debe tener sus preocupaciones. No sabe si pedirle la renuncia a Moubarak y apiadarse de millones que claman que deje el poder, o sostenerlo a costa de que mueran más inocentes. Como quiera, el que llegue detrás debe obedecer a los intereses de Washington, o sea no por eso millones de egipcios dejarán de ser pobres. Hace años cuando el Bevo visitó Egipto (o tal vez solo soñó que lo visitó) quedó impactado por la pobreza de esa gente, y se enamoró de la inocencia de unos niños, que con todo lo paupérrimos que debían ser, fueron lo suficientemente generosos para regalarle una sonrisa.

Tengo una disyuntiva o dilema. Acusar recibo del trancazo recibido y trabajar en algo que demanda mucha creatividad, para lo cual en algunas cosas tendría yo que recomenzar de cero. Y es que los años no perdonan. Muchas de las cosas que aprendí en las Academias Vázquez ya se me olvidaron, lo admito (ante ustedes), ante otros me cuesta mucho trabajo admitirlo. Es un gancho directo a mi orgullo. Es admitir que finalmente no soy tan listo como pretendo ser. Ayer leía (síii, lo que hacen los golpes de la vida, estoy leyendo un libro, lento, pero ahí voy) que el primer paso en la educación (o en adquirirla) es admitir uno mismo su propia ignorancia. Admitirla ante uno mismo, pasa. Ante los demás, es muy difícil.

La otra disyuntiva, es salir corriendo, jaja, y buscar algún refugio en donde pueda seguir fingiendo. Después de todo solo me faltan 15 o 20 años. Ya después me valdrá valiendo lo que piensen los demás. Estaré vacacionando permanentemente en Acapulco (en la azotea), o bien me habrán confundido con algún x, y o zeta, y andaré de minero.

Lo malo de estudiar, y de hacerlo en las Academias Vázquez o en el Instituto Patrulla o en alguna otra escuela, es que la gente se crea expectativas acerca de uno. Todo sería tan sencillo si pudiera uno decir: -¿profesión? -pus, soy cargador en la merced.

Lo bueno de estudiar, es que hay tanto por aprender, que le faltan a uno como 100 vidas para averiguar acerca de tantas cosas interesantes.

Sigo pensando que debiera uno vivir la vida como Benjamín Button, de anciano hacia niño, y al final, si llegara uno al final, morir plácidamente dentro de un vientre femenino.

Solo espero que al pasar al otro lado, no descubra uno horrorizado que está uno dentro de la Matrix o convertido en galletita, al estilo Soylent Green.

¿No les digo? en lugar de chingarme y ponerme a estudiar, me la paso recordando películas. No tengo perdón.

Quod dixi dixi

vendredi, janvier 28, 2011

Así ¿como chingaos quieren que uno aprenda a hablar Inglés?

Ayer me aplicaron un examen de inglés, y me la aplicaron. Salí re mal, jaja. Todo mundo se preguntaba o pensaban: "bueno, este wey (o séase yo) tiene cara de pendejo, pero no sabíamos que fuera tan rependejo".

¿Que quieren? así es esto de quitarle las semillas a las sandías. Lo ideal sería comérselas, pero ignoro si se tape uno del culiculo culicorum.

Como quiera me acordé de un post de la W, de la Rebe pues, en donde decía que los gringos le llaman Blue Monday al día más triste o deprimente del año. Si no le entienden a la definición de la Wiki, no hay pex, yo tampoco le entendí una chingada.

Y entonces le asalta a uno la duda: ¿por qué carajos no le llamaron Dark Monday o Black Monday? Nooooo ¿verdad? siempre el afán de los pinches gringos de confundir a todo el mundo. Por eso nadie los quiere. Bueno, yo sí quiero con Kim Kardashian, con Sandra Bullock o ya de jodida con Megan Fox.

Y rascándole resultase ser que Blue no necesariamente significa Azul. Blue puede significar Verde, como en Blue Joke (chiste verde), Blue film (película pornográfica), y también significa Triste o deprimido. Ahhhhhhhhh, por eso lo de Blue Monday o como la película esa que no puedo descargar todavía Blue Valentine.

Carajo!!!! Eso sí encabrona. Que necesidad de ser tan complicados. ¿Como chingaos esperan que los otros 5000 millones de weyes en el mundo aprendamos inglés?

Y todavía tengo un conocido que decía: Nooooo, lo que yo quiero aprender es Chino Mandarín.

Las únicas palabras que sé de ese idioma son: "Tausaa" (vieja) y "Notausaa" (joven, virgen o doncella).

Quod dixi dixi

jeudi, janvier 27, 2011

Datos Duros

Decían en un programa de noticias, ya no recuerdo si Milenio TV o Telerisa, que alrededor de 21,000 soldados del ejército mexicano se jugaban la vida diariamente en las calles al enfrentarse a la delincuencia organizada o a los narcotraficantes. Otras fuentes dicen que son como 50,000 (los militares; los narcos y los malosos como 500,000; los desempleados y futura materia prima de cárteles, ninis, tianguistas o emigrantes, son como 3 millones).

En alguna ocasión en otra noticia de un periódico o de internet se afirmó que en 2 años de guerra del calderonato, habían muerto alrededor de 85 soldados y cerca de 28,000 o 30,000 personas durante los cuatro años transcurridos del sexenio (entre narcotraficantes, extorsionadores, pozoleros, delincuencia organizada, delincuencia desorganizada, civiles, estudiantes, amas de casa, niños, el que iba pasando por ahí y sin deberla ni temerla se lo escabecharon, guerrilleros, los mala-leche, los gilipollas, etc. etc.).

Y entonces invariablemente surge la pregunta: ¿quién o quiénes realmente se juegan la vida?

Extrapolando, imaginemos 200 o 1000 militares caídos vs. 30,000 weyes que han colgado los tenis (malosos o hijos de vecina comme toi ou comme moi). Y eso suponiendo que no nos mienten los noticiarios. ¿Aquí en México? Noooo, eso es impensable.

Como quiera a los militares les pagan para ello, es su profesión, han recibido preparación en manejo de armas y situaciones de peligro, y en todo caso se están entrenando para una posible situación de conflicto armado (contra Guatemala o Belice seguramente, pues contra los gringos nos parten la madre en las primeras dos horas).

En el caso de los malosos también les pagan para ello o son forzados (plata o plomo).

Pero ¿y en nuestro caso?

Ni modo de vivir en un bunker o de trabajar desde casa y ordenar todo (comida, ropa, diversión, etc.) por internet y desde la seguridad de nuestra casita. Solo espero que a la Madre Tierra no le de por temblar como en 1985 y entonces sí nos parta la madre desde la seguridad de nuestra casita.

¿Se juegan la vida? jajajaja, buen chiste. Humor negro, seguramente.

Quod dixi dixi

mercredi, janvier 26, 2011

Miedo de Cagar(la)

Este enlace se me hizo interesante. Ahí dicen que para ciertas razas de perros como los chihuahueños, Dachshund, Boston terriers y otros (en particular aquellas de tamaño pequeño, con poco pelo y huevones, digo inactivos), más vale tomar precauciones para que no se nos enfermen.

Y que si llegan a enfermarse o se les baja la temperatura corporal unos cinco o seis grados (Farenheit, Centígrados?), no se la acaban, pues se les baja la presión arterial y se les daña el riñón. Esto aplica también para los perros betabeles o vetarrones.

En cambio los perros chingones, como los labradores, husky siberianos y aquellas razas fuertes se la pérez prado al invierno, pues aguantan eso y más.

En donde no hay que (M)amaaaarrrrr, es en México, pues aquí el invierno no es tan fuerte y nada más te la soplan con un viento ligeramente helado y luego luego le ponemos sweaters, bufandas y botines a nuestras mascotas, los perros. A los caseros, los corrientes, los de la calle, esos que se chinguen, quien les manda nacer probes.

La verdad, tengo miedo de cagarla. Por otra parte ¿que puedo perder? a principios de año me la metieron completita, estuvo tan larga y tan gruesa que todavía no me acostumbro al cambio. Me sacaron de mi zona de confort y me lanzaron cual calzón de puta a penar y a sufrir, jajaja.

OK, la verdad, es que todavía puedo perder algunas cosas, por eso es mi miedo de cagarla, ya sea con el que me la está metiendo o con el que me la va a meter (puro sentido literario, son metáforas, no las agarren o se las tomen al pie de la letra). Es como Nostradamus, si él hubiese puesto en sus escritos que en realidad se llamaba Filsdeputedeputin, capaz que lo hubiesen colgado de los gumaros del campanario de Notre Dame o mínimo le hubieran hecho lo que a Farinelli.

Ustedes no dejen de preocuparse y échenme porras para que próximamente me la vuelvan a dar de "Nouvel Observateur de comme le pâturage pousse".

Desde los montes primaverales de los Urales, viajando en el Transiberiano, les saluda, PPP.

Quod dixi dixi

mardi, janvier 18, 2011

Definitely, Maybe

En una época pasada en la cual no había internet, ni Windows ni Google, y te enterabas parcialmente de algo, tratabas de buscar la información que completara el rompecabezas, siendo particularmente cuasi imposible esto.

Actualmente conoces una porción de la historia, la googleas y con suerte te enteras de lo que buscas.

Ayer sintonizo pasadas las 10 de la noche, el canal TNT con su megafilm, del cual en los anuncios nunca te dicen el nombre ni tampoco en la programación, y me encuentro con una película que al inicio no le dí mucha importancia. No conocía yo el nombre de los actores/actrices, salvo el rostro de una de ellas que se me hacía conocida.

Conforme avanzaba la trama me iba yo interesando en la historia. Al final se me hizo una película romántica de excelente manufactura.

Ahora ¿como recomendarla si no sabía el título, el nombre de los actores o el del director?

Empecé a googlear múltiples palabras claves y nada. Al final, como el burro que tocó la flauta, dí con el título.


Es el tipo de películas que llegan a inquietarme porque si soy sincero yo podría enamorarme del personaje de cualquiera de las tres protagonistas. Pero al final sabes que solo una de ellas te robará el corazón.

O al revés, sabes que podrías enamorarte de cualquiera de ellas en diferentes momentos y circunstancias. Tal vez de pingüinos, los seres humanos no tenemos nada.

O tal vez, nada es absoluto. Todo el mundo dice que los pingüinos son 100% monógamos.


[...] Los resultados del estudio confirman el Pingüino no es monógamo en un 100% de los casos. Existe una tendencia de mantener la pareja pero hay una tasa de divorcio promedio del 25 %, es decir que las parejas año a año se mantienen en un 75 %.

Es evidente que aquellas parejas que se mantienen por más tiempo eran más exitosas en la reproducción y cría de sus pichones, lograban algo que en la naturaleza siempre se busca: dejar más descendencia. Lo que se vio también es que la tasa de ruptura de parejas estaba asociado a problemas de la reproducción en el año anterior. O sea esta característica es una estrategia para mejorar su éxito reproductivo.[...]


Carajo, no hay certitudes en esta vida, jajaja.


Quod dixi dixi



Miedos Cervales

Si hay algo que me define es que toda mi vida he tenido o sentido miedos cervales. Miedos irracionales. Temores de que sucediese algo que por lo general nunca ha sucedido.

De niño tuve una tía que nos contaba que por x circunstancias había perdido todos sus dientes cuando tenía 15 años y le habían puesto placas dentales, las cuales usó durante muchos largos años. Y yo me cagaba de miedo de perder mis dientes. Es cierto he perdido una parte de ellos, en otros tengo amalgamas de oro, diamante y platino (jajaja, pinches resinas corrientes y baratas), pero en general todavía puedo masticar los alimentos. Los que no, pues me los trago enteritos o los escupo. Y otros (alimentos) los aborrezco. Sobre todo aquellos que estás masticando y de repente te das cuenta horrorizado que no es un hueso de aceituna, o un hueso de res, sino que se te cayó un diente e insistes en masticarlo, jeje.

Después del sismo de 1985, siempre he tenido un miedo horrible a que ocurra otro de similar magnitud, y el problema no es que me muera, mi miedo estriba en perder todos los papeles que el puto gobierno y la sociedad te hacen acumular ( acta de nacimiento, credencial IFE, CURP, papeles del seguro, diplomas de las academias vázquez e instituto patrulla, papeles del seguro de auto, de la hipoteca, de tus estados bancarios, tus películas porno, tus fotos familiares, etc.) y que reponerlos es un pinche pedototote.

Si viviera yo en la costa, lo más seguro es que tendría yo miedo de que ocurriese un tsurimi, o si viviese en Morelia de que llegase un puto yucateco y gritara un 15 de septiembre: ¡¡Bomba!!!

Siempre he tenido miedo de perder el trabajo y lo curioso es que la mayor parte de las veces he sido yo quien ha renunciado a ellos. Es cierto, que en la práctica me he cambiado de Guatemala a Guatepior, pero fui yo quien la he cagado motu proprio.

Siempre he sentido terror de volverme asexual, pero cada vez que veo al pinche hamster, el tribilín se aloca y tengo que darle sus cachetadas y jalarle el pescuezo para que se aplaque el recabrón.

Siempre he tenido pavor de ser o sentirme o de que me consideren un pendejo. Y pues ahí sí, la edad no perdona, cada día estoy más pendejo. El quid del asunto es camuflajearte, blofear, tratar de no parecerlo. En el remoto caso de que se den cuenta que sí lo eres, pues no es tan grave. Después de todo hemos tenido últimamente a dos presidentes (por lo menos) supermegaarchirecontrapendejos además de ratas, y a 108 millones de mexicanos no nos ha importado. Alguien diría: "¿son acaso 108 millones de mexicanos unos pendejos?" Noooooo, como creen, la duda ofende.

Quod dixi dixi

jeudi, janvier 13, 2011

Perros, Holocausto y Miseria Humana

Dicen que cada quien tiene una percepción diferente de la realidad. Y debe de ser cierto. También cada quien abrumado por sus propios problemas personales, familiares o laborales, resiente de manera diferente las situaciones cotidianas.

El otro día comentaba yo con unos colegas la noticia aquella de que la Real Sociedad de Londres alertaba acerca de la posibilidad de ser invadidos por extraterrestres más violentos, más gandallas y más culeros que los humanos, y que de no haber un plan mundial para hacer frente a ello nos cargaría la chingada a todos. Yo pienso que el plan mundial de los líderes mundiales será pactar con los alienígenas, y ya sea que los Aliens nos vean como fuente gratuita de trabajo (esclavos, pues) o como carne de hamburguesas, pues el trato será: chínguense a 6000 millones de jodidos terrícolas y el millón que quede de líderes económicos o religiosos, políticos, grandes empresarios, modelos supercuerísimos o supercuerísimas, pues se salvarán y ayudarán a controlar a la chusma. Algo así como en los campos de concentración nazis, donde los mismos prisioneros guardianes maltrataban a los más débiles.

Bueno, el caso fue que comenté la noticia y todos me vieron con cara de: ¿y???? o como si hubiese yo dicho "mañana es viernes" "ahh". Tal vez alguno de ellos pensaba que ya no alcanza y como le irá a hacer con las colegiaturas de sus hijos, otro meditaba acerca de su deuda hipotecaria o de crédito automotriz, otro más pensaría que el fin de semana se comería un pollito (o pollita), etc.

Les digo, cuestión de percepciones. Mentales, no económicas. Bueno, también económicas.

Hoy en la mañana vengo escuchando a Aristegui, quien ayer o antier entrevistaba al Padre Solalinde, el cual hablaba del viacrucis de los migrantes centroamericanos y tal vez hacía una analogía diciendo que era un Holocausto centroamericano (aunque esto último ya no lo escuché, solo lo supongo). En la mañana decían que tienen identificados los números de cuenta bancarios (en su mayoría los cobros se hacen a través de Western Union), los nombres y direcciones (seguramente falsas) de los cobradores de los extorsionadores de los migrantes centroamericanos, ¿y la autoridad? bien, gracias. Inepta, ineficiente o coludida.

¿Y los 108 millones de mexicanos? pues preocupados por nuestra situación laboral, personal, o pasional. Ni los vemos ni los oímos, menos los escuchamos, a aquellos caídos en desgracia.

Siento vergüenza, la gran mayoría de los mexicanos somos gente trabajadora (algunos más webones que otros, pero en general somos trabajadores) y una minoría corrupta, maldita, adoradora del becerro de oro, nos hace ver como delincuentes, rapaces, depredadores, hijos de satanás.

Cuando falleció mi padre, a mí me sorprendió como se dejó llevar sin resistencia hacia la muerte, no trató de luchar (también es cierto que era una enfermedad terminal), yo quería que se hubiese quedado más tiempo con nosotros, él tal vez ya no quería, estaba cansado. Eran otros tiempos, pero igual había maldad y miseria humana. Yo todavía estoy joven, pero aún así comienzo a cansarme ya de tanta mezquindad. Creo que cuando llegue mi hora, el pexipatito verá en mí lo que yo vi en los ojos de mi padre.

Me duele también que seguramente (aunque solo Dios lo sabe) el padre Solalinde será crucificado, ultimado, masacrado, por las bandas del crimen organizado y que la autoridad no hará nada por protegerlo. Este es el tipo de personas que habría que beatificar o santificar. No a aquellos protectores de pederastas por mucho dinero que aportaran a la iglesia.

Ok, estoy deprimido. El chingadazo que me acomodaron fue mayor al previsto. Aún así estoy en un decil de ingreso de los favorecidos en México (comparado con un tipo en Namibia, estoy en el paraíso. Comparado con un finlandés o noruego, estoy bien jodido). Todavía tengo trabajo, y salud, y gente que me ama o que me tiene afecto. No obstante, siento que solo falta que venga un perro y me mee encima. Lo cual realmente no sería tan grave, considerando que a diario hay gente secuestrada, extorsionada, torturada, maltratada, decapitada, desempleada, no amada, ignorada, no escuchada.

Chin, hoy es día 13. Con razón estoy tan optimista, jajaja.

Quod dixi dixi

lundi, janvier 10, 2011

Suplicios

Tengo unos deseos enormes de tomarme un café, americano o capuchino. Pero en mi situación actual, es un poco suicida. Por mi estado emocional, me pongo como maraquero de la Sonora Dinamita en el mejor de los casos, y en el peor no logro pegar las pestañas en buena parte de la noche.

El otro día me tomé un café moccachino en la noche antes de acostarme y eran las dos o tres de la madrugada y yo vueltas y vueltas en la cama. Ustedes dirán: aprovéchalo y ponte a ver películas, lee un libro, súbete al guayabo (a esas horas lo único que recibiría de la pexipata sería una mentada de madre), ve el canal judicial o mejor aún el del congreso, o jálale el cuello al ganso en la madrugada. Podría ser una solución (la primera y la última), solo que al otro día me sentiría como si me hubiese atropellado un camión materialista y en el trabajo me la pasaría durmiendo y bostezando.

Ahora resiento al 1% lo que deben de sentir los consumidores de drogas que no pueden o (ya) no quieren drogarse.

Otro suplicio es que próximamente (y seguramente) me cambiarán a un espacio laboral de un metro cuadrado, rodeado de otros changos en mi misma situación (léase: pasaré de un nicho de confort a un nicho de jodidez). Acostumbrado en mi oficina (desde donde veía el pasto crecer) a echarme de vez en siempre (es decir, diariamente como a las doce del día, a las dos de la tarde y toda la tarde después de comer) unos cuantos pedos (léase flatulencias), imagínense ahora el tener que aguantarme (con el riesgo de reventarme una tripa) o sufrir el escarnio público de mis compañeros de desgracia. Podría traer una tortuga al trabajo y echarle la culpa a ella: "jajaja, miren a la tortuga, pinche tortuga pedorra" pero ¿quién en su sano juicio creería que es ella la culpable del olor a anhídrido sulfúrico?".

Tal vez tenga que dejar de bloggear. No faltará un chismoso que me acuse con los jefes: "miren al pexipato, se la pasa bloggeando (o chateando o rascándose un huevo o viéndole las nalgas a las nenas que pasan)".

El último suplicio me abstendré de contárselos. Por salud mental. Los amigos tal vez podrían darme una palmadita en la espalda y decirme: "no es tan grave, podrías estar muerto o ser un inmigrante centroamericano tratando de cruzar las dos fronteras en busca del sueño americano, o que el tribilín de plano ya no te funcionara ni con tres pastillas de viagra". Los enemigos y detractores, en cambio, sus carcajadas se escucharían de aquí a la Tierra del Fuego o al Desierto de Atacama.

Jajajajajaja.

Quod dixi dixi

vendredi, janvier 07, 2011

En la mañana lo maté y en la tarde lo resucité

Estos días he andado muy sensible. Sucede que me dieron un regalote de Reyes que la verdad no se lo deseo a nadie. Por otra parte, tampoco es algo que no tenga solución. Siempre me he dicho que las cosas pueden ser peores. Así, al que no le dan una promoción o bien lo promocionan para abajo, pudiera ser que estuviese mejor que aquel que pierde el empleo. El que pierde el empleo pudiese estar mejor que aquel con una enfermedad terminal o que el otro que tiene casa grande, casa mediana y casa chica y no le alcanza. Éstos últimos, mejor que aquel que ya colgó los tenis.

El que ya colgó los tenis y está rodeado de huríes en el paraíso, siempre estará mejor que aquel rostizándose en el infierno. Para los ateos también hay opciones: pueden haberse convertido en verde pasto que alegra la vista o bien ser caca de perro maldecida cada vez que la pisa uno.

El que se rostiza en el infierno a 100 rpm estará mejor que aquel que lo hace a fuego lento o a 10 rpm. Y así ad infinitum.............

Volviendo al inicio. Como ando muy pero muy requete sensible, a cada persona que me encuentro en el camino le miento la madre en el mejor de los casos. En el peor, hoy en la mañana quería matar a tres personas. Sucede que los demás o me caen bien o ni fú ni fá.

Quería yo matarlos (mentalmente). Bien dicen que la educación se mama en el hogar.

A uno por hacerse pasar por blanca paloma y ser un recabrón JDSRPM. A otro por culero. Y a un tercero por ojete. Así, me imaginé la escena mentalmente. Es una escena que en mi escasa existencia ha pasado por mi mente unas cuatro veces. Las mismas en las cuales me han movido gachamente el tapete.

Peeerooo, hoy en la tarde me encuentro al ojete. Es ojete porque nunca te saluda (yo debo ser un ojete también para los demás, jajaja), no te pela (ahí si difiero. A las chicas guapas siempre las escaneo, las nylon en primer lugar, las piernas, las bubis y el rostro), y tiene cara de pozolero (de rufián, pues).

Y se me ocurrió lo impensable. Saludarlo, desearle feliz año, hacerle unas cuantas preguntas sobre como había pasado las vacaciones.

¿Y que creen que sucedió? Lo impensable.

Me saludó. Me deseó lo mismo. Y respondió con unos cuantos comentarios.

Cuando lo vi a los ojos, me sorprendió ver una mirada de humanidad en sus ojos, de empatía. De inmediato pensé: ¡carajo!!! y yo que en la mañana ya lo andaba yo asesinando (mentalmente).

También recordé un correo que me enviaron, algo así como "Llamado a la Guerra Civil", en donde explica como los jodidos deseamos joder a otros más (o menos) jodidos, en como nos da envidia que el vecino tenga mejor carro, mejor empleo o mejor vieja. Siendo que de 108 millones de mexicanos, solo el 10 o el 20% tiene (tenemos?) una vida decorosa. Y de estos, solo el 1% (o el 2% si contamos a los narcos) tienen una vida ofensiva, por la ostentación de la riqueza que ostentan (me vale si es pleonasmo).

En fin, tal vez mañana el ojete siga siendo ojete. En ese caso tendré que volver a matarlo (mentalmente, jajaja).

Los que sí no cambian ni cambiarán son la blanca paloma JDSRPM y el culero. Solo ellos saben el peso del costal que llevan a cuestas (ver: Up in the air, con George Clooney).

P.D. Ando en una montaña rusa. Arriba, abajo, arriba, abajo ......

Este post me ha puesto arriba.

Habría que hacer una investigación: "la escritura de posts en un blog como un medio para aliviar la tensión emocional".

Quod dixi dixi