Nadando de a muertito

Tal vez tiene razón W. No es que uno ya no quiera, sino que de plano ya no pueda.

El domingo estuvo de lujo. Me regalaron una corbata que no usaré, y una camisa con motivos floreados tipo carnaval brasileño, que si algún día participo en una marcha LGBT, me quedará de peluche. Me tomé una botella de Casillero del Diablo Chardonnay y me comí un pariente, creo que era salmón.

Estuve a punto de descorchar otra botella de Concha y Toro Rosado, pero como ya me sentía ligeramente Empédocles, no hubo necesidad.

Hoy lunes, je suis ou je me sens fatigué, jaja. Claro, no es a causa de una simple botella de vino. Ni de haber agarrado a cachetadas dos veces al tribilín. O de haber dormido únicamente 6h30. Estoy cansado tout simplement porque es lunes. La bola.

De nada me sirve o serviría atascarme de café, salvo para incrementar la gastritis. ¿No me creen? Léanse este artículo. Ahhh, les da weba traducirlo. No problem, ahorita lo traduzco. Siéntense para que no se me cansen, jaja.

Yo creo lo más sano y conveniente para pasar un lunes sin tanto zangoloteo, es llevármela o nadar de a muertito.

Y no es que no quiera, simplemente no puedo.