mardi, octobre 15, 2013

Adicción a las pieles, a las medias, y al azúcar

Son cabronas las adicciones definitivamente. Me contaban el caso de una persona adicta a las casas de juegos, de apuestas. Esta persona no gana mal, pero se hizo adicta a ir a las maquinitas y a los juegos de azar, y en cierto momento debía a los bancos en préstamos más de un millón de pesos. Por suerte (o malfortuna para su familia) entre varios de sus familiares se cooperaron y pagaron la deuda. ¿Y qué sucedió? ¿dejó de ir a apostar sus calzones agujereados con su rajita de canela? no, sigue yendo y ha empezado nuevamente a endrogarse. Por eso son adicciones ¿verdad? ¿a que no puedes comer sólo una?

Otras personas que conozco son adictas al tabaco, al alcohol, al trabajo. Y personas que no conozco posiblemente sean adictas a las drogas, a la ruleta rusa, a la violencia, etc.

Un conocido es adicto al trabajo, y como Rico McPato a tener dinero en su cuenta bancaria. Lo absurdo para Mickey Mouse es que dicha persona no come en buenos restaurantes, no viaja por placer, no se lo gasta en mujeres chenchualonas o en varones tipo Brad Pitt o Ron Jeremy, no tiene auto ni celular, en suma es un asceta. No sé en qué se gasta su dinero, creo que en nada. Los ganones serán sus hijos, hijas, nueros y nueras.

En el caso de Miguelito, él es un adicto a las pieles, a las medias (horas) y al azúcar. Yo digo que mi adicción es controlada, pues cada vez que me han reducido el sueldo, rebajo también mis aspiraciones. De piles finas, a pieles intermedias y a pieles baratas. De horas a medias horas y de ahí a cuartos de hora. De azúcar refinada a azúcar mascabada. Y así.

Cada vez que voy a quemar mi dinero, trato de racionalizarme y es imposible. Cuando digo voy a gastar, gasto, aunque después me la pase de chillón de que no me alcanza. Me digo que con ese dinero tragaría todo un mes o saldría para la gasolina del carro, y nada. En parte es la adrenalina que corre por nuestras venas cuando se decide uno a gastar. Emoción, miedo, angustia, deseo, etc. de ser descubierto, de que cabe la posibilidad de que a uno se lo cargue la gadachin, de encontrar un garbanzo de a libra, de gozar como nunca lo has hecho, de que te madreen, de que te quiten tu dinero, de volver a sentir sensaciones olvidadas, etc.

Mi adicción al azúcar consiste en que si como en un restaurante de medio pelo, no importa que tan sabrosa esté la sopa o el platillo principal o las bebidas, siempre estoy pensando en el postre. Dicen que en la panza tenemos dos tipos de bacterias, aquellas que les gusta lo salado y las adictas a lo dulce. Yo debo tener de estas últimas, pues me encanta lo dulce, aunque me empalague.

 http://www.estilosdevida.cl/2010/06/18/azucar-adictos-a-una-dulce-droga/

http://www.consumer.es/web/es/salud/psicologia/2006/04/27/151350.php

Pues no encontré la referencia de las bacterias, pero sí algunas relacionadas.

¿Alguna referencia que conozcan de adicción al secso?

http://www.eluniversal.com.mx/ciencia/2013/galletas-oreo-adictivas-cocaina-80775.html


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