De putazos y otros menesteres

Ustedes se preguntarán qué tienen que ver los putazos en el blog del pexipato.


Lo que pasa es que últimamente hay muchos y por todas partes. Pululan.


No hay mexicano que no tenga que ver con putazos. Hasta se diría que nos gustan. Nadie se salva. Ni Fabiruchis.


Que inundaciones, que desgajamientos de cerros, que movimientos telúricos, que movimientos bursátiles, que el dengue hemorrágico, que accidentes viales. Putazos a diestra y siniestra a la salud y a la economía de los mexicanos. Paréntesis (¿O sea que no se van a mochar con su cuerno para reparar el Batimóvil?).


Con tanto putazo, ya hasta se nos olvidó la Zebra. Yo quiero que regrese, snif.


Sí, quiero que regrese todo lo que se claveteó, aparte de la Hummer y el Jeep rojo. Tan decentito que se veía.


Se nos olvida que Citibank (alias Banamex) está quebrando en los yunaits a cause de los créditos hipotecarios "subprime" de alto riesgo. Y en una de esas, hasta nos arrastra a nosotros los mexicanous.


Se nos olvida (como bien dice Julio Hernández en Astillero) que Bush hace tambalear las arcas del imperio al donar 300 mil dólares para los tabasqueños. Pinche codorniz. Todavía los canadienses se van a mochar con 500 mil dólares.


Jaja, sin querer queriendo regresé al temita. Vean lo que dice Enrique Galván en su columna:


¿Quiénes serán los nuevos millonarios que surjan gracias a la tragedia de Tabasco? Comenzó a fluir la ayuda internacional –dólares de Estados Unidos, marcos de Alemania y se anuncian euros de otros países–, pero hay total descontrol en el manejo de los donativos. También una pelea que demuestra la poca sensibilidad de Emilio Azcárraga III: en los supermercados están pidiendo a la clientela “redondear” el cambio, no a favor de los damnificados, sino del Teletón, la promoción de Televisa para sacar brillo a su propia imagen. Los bancos están llevando agua a su molino: cuando menos seis han abierto cuentas para recibir contribuciones. ¿No sería mejor una sola cuenta en el Banco de México, al alcance del público en todas las sucursales? Pues sí, pero entonces, ¿cómo podrían lucir los banqueros su generosidad? Mientras tanto, el gobierno de Felipe Calderón se ve sobrepasado por la magnitud del desastre. Espérense tantito, ya nos enteraremos de cómo la ayuda no llegó a las manos de los necesitados, sino que se quedó en el camino. Y tendremos nuevos millonarios.

Ojo, no digo que no donen. Digo que para variar, siempre nos meten la reata los de arriba.