Reparto de utilidades

Recuerdo la primera empresa en la cual trabajé. Tenían buenas prestaciones. Un sueldo decente, un horario cómodo de 9 a 6 lunes a viernes, sábados de 9 a 2. La mayoría de las colegas eran mujeres, de no malos bigotes. Vacaciones pagadas, el primer año 5 días, y cada año que pasaba le iban aumentando un día, hasta un máximo de 25 al año. Aguinaldo. Y reparto de utilidades, ahí por el mes de marzo o abril.

Por hacerles un comparativo, me daban en aquel entonces como si ahorita me dieran 40 mil pesos de reparto de utilidades. Para mí, era y seguiría siendo una buena lana.

¿Por qué renuncié a ese trabajo? Por buey. Siempre que he renunciado a un trabajo ha sido por buey. Por eso, ahorita no renuncio. No, señor. Que me renuncien ellos o que me saquen con las patas por delante, jaja.

En mi actual trabajo, tengo años que cada año me dan el mismo reparto de utilidades, para ser precisos, concisos y macizos, me dan el 19.3%.

Yo creo me ven la cara de wey, se dicen a ellos mismos "a este wey se le ve la cara de que le requeteencanta y tóoomala". O sea, tenga su 19.3 %.

¿Por qué sigo aquí? Por wey. ¿Por qué no renuncio? Por wey también. ¿En qué me convertiría si renunciara? En un che wey.

Para acabarla de rechingar tengo como un mes suplicándole, rogándole, implorándole, a la W que me dé chamba en su chamba como jefe de asesores ( sí, de esos que ganan un chingo por no hacer nada) y nada más se hace como que la virgen le habla.

Quod dixi dixi