mardi, janvier 31, 2012

Tres cosas que no sabías del pexipato y que no te atrevías a preguntar

Spoiler Alert:

El siguiente post contiene pasajes poco conocidos, tormentosos y turbios de la vida del pexipato. Si usted considera que el pexipato es un alma de Dios, casto, pudidumbo y cogitabundo (según el DRAE las palabrejas son: pudibundo y cogitabundo. Bueno, uno de dos aciertos no está mal), no siga leyendo, puede decepcionarse.



UNO
El pexipato es pinchemente calenturiento.

Ahhh, noo, creo que eso ustedes ya lo sabían ¿verdad?


DOS
El pexipato es tan pinchemente calenturiento que en ocasiones (por no decir siempre) no le importa pagar por sexo.

Jaja, creo que eso ustedes también ya lo sabían.


TRES
El pexipato es tan abominablemente calenturiento que en ocasiones (por no decir siempre) pierde todo vestigio o rastro de dignidad, amor propio y autoestima, con tal de conseguir sexo.

Upppss, creo que eso también ya lo sabían.

Bueno en todo caso el post debió intitularse: Tres cosas que usted ya conocía acerca del pexipato y que le vienen valiendo madre puesto que sigue usted leyendo ¿verdad?

El año pasado entró a trabajar una señora de no malos bigotes donde yo trabajo. No tiene un cuerpazo que qué bárbaro, es más bien del tipo gordibuena tirándole a gordis. Bueno ¿que pedo? a mí me gustan así. Tiene la cara bonita (ya maquillada). Sin maquillar no sé, nunca hemos despertado juntos. Y el carácter tranquilo, agradable (creo). Desde que la vi me gustó, pero ya saben, las convenciones sociales. Nunca comas, donde cagues. No patees el pesebre. Etc.

El caso es que la vi en dos o tres eventos de la empresa y solo nos saludábamos o hablábamos unas cuantas frases. Un día que platicamos un poquito más de lo habitual, dijo algo que yo interpreté como que me estaba dando entrada y la invité a salir. Ella aceptó.

Después de dos o tres intentos fallidos, pues no coincidíamos en espacio o tiempo, por fin salimos a tomar unos drinks. Esa tarde solo llegué hasta primera base, pero en su conversación dio a entender que podríamos llegar hasta la cuarta. Después de eso, pasó casi mes y medio en los cuales hacíamos cita y ella cancelaba o no podía o de plano me dejaba como novio de pueblo, jaja. Y uno ahí sobres, de pinche calenturiento. ¡¡Sáaaaaquese peeeerrrrro!!!

Hasta que un día se me ocurrió ofrecerle un petit cadeau. ¿No saben qué es cadeau? ah, fácil. Aquí está la traducción: Ce que l'on offre à quelqu'un à titre gracieux pour lui faire plaisir.

Y no cualquier cadeau, no unos pinches chocolates Turín o Ferrero. Digamos, un cadeau más o menos. Tampoco un regalo como esos que acostumbra el gober de Veracruz, Duarte, darle a Hellboy para su campaña. Tuviera yo millones me conseguía a una de las modelos que salen en Two and a Half Men. ¿Que están siliconeadas? me vale, mientras no se desinflen al morderlas.

Ese día se abrieron las puertas. Pude disfrutarla.

4:1 He aquí que tú eres hermosa, amiga mía; he aquí que tú eres hermosa;
Tus ojos entre tus guedejas como de paloma;
Tus cabellos como manada de cabras
Que se recuestan en las laderas de Galaad.
4:2 Tus dientes como manadas de ovejas trasquiladas,
Que suben del lavadero,
Todas con crías gemelas,
Y ninguna entre ellas estéril.
4:3 Tus labios como hilo de grana,
Y tu habla hermosa;
Tus mejillas, como cachos de granada detrás de tu velo.
4:4 Tu cuello, como la torre de David, edificada para armería;
Mil escudos están colgados en ella,
Todos escudos de valientes.
4:5 Tus dos pechos, como gemelos de gacela,
Que se apacientan entre lirios.
4:6 Hasta que apunte el día y huyan las sombras,
Me iré al monte de la mirra,
Y al collado del incienso.
4:7 Toda tú eres hermosa, amiga mía,
Y en ti no hay mancha.

Y en verdad (pinche blogger ¿como le quito el sombreado al texto? jaja) me agradó mucho. Su boca, sus mejillas, su cuello, sus pechos, sus brazos, su cintura, sus muslos, sus pantorrillas. Sus pies no sé. No me gusta mucho el camembert, jaja.

Después de eso ha pasado un mes y nada de nada. No se ha roto la comunicación, pero no he podido estar nuevamente con ella. Me resisto a dar otro cañonazo de 50 mil pesos. Por aquello de que no hay general (o político, agente de tránsito, polecía) que resista un cañonazo de ese calibre.

Se resiste. Se niega. Cancela. Da largas al asunto.


He tomado la decisión de no solicitarle más que salga conmigo. Tampoco estoy para estar dando palos de dos mil pesos, jajaja.

Y pensar que hay gente que se casa con tal de obtener sexo. Bueno, se casa uno una vez. Ya dos veces, ya es masoquismo. Mismo infierno, diferente diablo.


P.D. Para aquellos que se preguntan si no tengo trabajo, nada que hacer. Les diré que tengo un chingo de cosas por hacer. Solo que tengo miedo de cagarla, de hacer mal mi trabajo, es un trabajo delicado, de precisión, hay que pensar. Entonces, de cagarla en mi trabajo a cagarla en el blog........

Pues prefiero escribier, jeje.

Actualización: yo creo que algun@ de los que leen este blog ya le fue con el chisme a la susodicha, pues me envió un SMS diciendo que quiere verme. No sé si para contentar al Tribi o para pedirme otro cadeau, jajaja.

2 commentaires:

NTQVCA a dit…

Pues si que me hiciste quearme hasta leer el final.

¡Quiero todo el chisme!

jess a dit…

Yo no entendí el link jejejeje.

Pero por los párrafos subsecuentes deduzco que tocho morocho jejejeje.

Deja una pa comadre!!!
xD

.... Yo nunca, nunca, nuuuunca con alguien del jale.... eso sí nunca lo haría.
Ja!

Besos virtuales!!!!!
Muuuuuuaaaaaaaaccccckkkkkkkkkkk!!!