Quisiera ser gay

Como otros bloggers el fin de semana fui a ver la de "G I Joe El origen de la cobra". Se me había olvidado por qué ya casi no voy al cine. Lo recordé. Trescientos cincuenta pesos entre los boletos, palomitas y refrescos, y estacionamiento; es casi como una mentada de madre.

Y luego se quejan los dueños de los cines: "es que no viene la gente". Ya se me olvidó el costo, pero no recuerdo que de niño fuera tan cara esta diversión. Hasta nos pasaban un noticiero, dos películas y había permanencia voluntaria. Y había luneta y gayola. Y a veces desde gayola, te aventaban agua de riñón o palomitas o un chicle usado, jaja.

Lo bueno, dentro de lo malo, es que la película está muy buena, te diviertes. Te olvidas un ratón del estrés.

A los que no les va a hacer ni tantita gracia la película es a los franceses. Mira que meterte con su símbolo nacional. Es como si los franchutes hicieran una película y les tumbaran en ella a los gringos las torres gemelas, ah ¿verdad?

Lo que si no me pareció de la película, es que salen dos mamis, que qué bárbaras. Ya las quisiera yo los próximos veinte años en mi cama. A las dos. En estos casos no soy compartido.

Hay veces que hasta quisiera ser gay, para que no me gustaran tanto las féminas.

Lo peor es que al lado estaba la pexipata. Ni podía yo babear a gusto por estos dos cueros.

Luego salimos del cine, entramos a una plaza comercial, y seguían apareciendo chavas y no tan chavas, que uffff. Mamérrimas. Necesito volverme asexual. O que al tribilín dejen de gustarle, para lo cual ya no falta mucho. Como cin cuenta años.