Mega

Las próximas dos semanas prometen.

Prometen convertirse en una megachinga, jaja.

Tengo que anotar en un papelito todas las cosas que tengo que hacer, sino se me olvidarán seguramente.

El único consuelo que tengo es la cuasi-seguridad que por lo menos en estas dos semanas conservaré mi empleo. Después con tantita suerte, terminará Octubre, entramos a Noviembre y este arroz ya se coció. Hasta el próximo año. Donde trabajo tienen la mala costumbre de despedir a la gente regresando de vacaciones, je.

También donde trabajo, hay dos tipos de personas. Los que trabajan bajo presión y los otros. Los que trabajan bajo presión reciben los mejores sueldos, y las mayores chingas. Probablemente no pasarán de los treinta o cuarenta. Les dará un infarto al occipucio.

Los otros ..... de repente son sometidos a megachingas, como la de ahora. Yo he estado tentado de decirles que para qué nos hacen venir al trabajo. Deberíamos quedarnos en nuestras casas, descansando, y que nos depositen la quincena en alguna tarjeta de débito. Que necesidad de contaminar al ambiente, de estresarnos con el tráfico y de hacernos venir. ¿Dónde está la modernidad?

En fin, si posteo en estas dos semanas, es que se ha convertido en un vicio. Si no lo hago regularmente, es que ando en chinga. Déjenme y voy por un cafecito, reviso mi papelito (para ver qué tengo que hacer hoy) y tal vez hasta visite los blogs amigos, antes de entrar en la vorágine laboral.