Cuando veo películas como esa de Mar Abierto o documentales de la Guerra del Pacífico en donde los pilotos estadounidenses o japoneses que eran derribados, si tenían suerte morían en el avión y si no, ahogados, deshidratados o comidos por tiburones, pues me pongo a pensar que no sobreviviría ni 1 hora en aguas profundas.
Aparte del mar si me llegan a proponer que el rappel, que la tirolesa, que el parasailing, bungee, planeador, etc., paso sin ver. Es más ni la banana o la montaña rusa me gustan. Al avión me subo a webo, no por gusto. Y la vez que me subí al ferry, iba yo blanco como la nieve. Tal vez hasta guacarié (los malos recuerdos trato de olvidarlos sin éxito).
Quiero pensar que todo está en los genes, que hay gente que le gustan ese tipo de emociones y otros simplemente ........................... nos cagamos, jaja.
Por ahí leí: venza sus miedos y practique esto o aquello. Bueno de que me de un infarto en el paracaídas a que me lo de en la cama con una güera voluptuosa, prefiero esto último. La emoción extrema en todo caso será para la güera, jaja.
Muchos de esos miedos ya los transmití, you know who (o es You know whom?) para bien o para mal. Mi único consuelo de no haber gozado nunca de esos placeres (sic) extremos, es el haber llegado a la edad que tengo (no a la que represento). Un poco de suerte, un poco el destino, un poco el ser cagón, pero heme aquí.
PD Ayer cuando me comía una torta llegó un perro famélico, me vio con una cara tristísima y yo no reaccioné a darle de comer. Hoy me volvió a suceder lo mismo y le convidé parte de mi torta. Espero no haberle causado un daño peor -entre el pan, los frijoles, la mayonesa, las rajas de chile-. Mañana espero acordarme y traerle algo más proteico y que él esté ahí. Tal vez en otra vida reencarne yo en perro famélico y alguien se apiade. O tal vez me den una patada en las corvas.
Y pensar que hay más de 50 millones de mexicanos en pobreza extrema, y unos 204000 que se enriquecen en la Bolsa de valores. Y por extrañas razones que no alcanzo a entender, me sigue causando más compasión un perro indefenso que los otras personas. ¿Será porque no las veo? ¿Ni las veo ni las oigo? ¿Será por la ingratitud eterna de la raza humana? ¿Nuestro egoísmo bastante arraigado? ¿Pésimas experiencias como aquella cuando le dí un bolillo a un pordiosero y me lo aventó diciéndome que lo que él quería era dinero?
1 commentaire:
Yo siempre digo que me dan miedo las emociones extremas, pero cuando me animo y voy temblando bajo toda feliz del jueguito!!!
Y aunque me guste, sigo teniendo miedo jaaajajajaja.
Qué se le hará!!!
Lindo finde!!!
Besos virtuales!!!!
Muuuuaaaaacccccckkkkkk!!!
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