Descubro que:
1.- La Palm, palmó. O al menos el cargador, y como me fue imposible conseguir otro cargador de pila, pues ya no pude utilizarla. La verdad es que al igual que los celulares y las compus, solo utilizo estos aparatos al 10%. Hay muchas funciones que no les hallo chiste o que de plano no se utilizarlas o sacarles provecho. Mi agenda, son pedacitos de papel donde apunto todo.
2.- La bicicleta del pexipatito sirve de perchero o tendedero en la casa. Quisiera venderla, pero de imaginar que van a querer darme 100 pesos por ella, me abstengo.
3.- Un celular Nokia, no kia donde quedó, jaja. Un día se perdió en el triángulo de las bermudas, algún lugar entre mi recámara y la puerta de la calle, y jamás apareció. Sospecho que el pexipatito lo malbarató por 20 pesos en la escuela, aunque no tengo pruebas.
4.- Un gameboy, de ya saben quién, también se extravió. Pinches chamacos todo lo pierden, al cabo que no les cuesta.
5.- Un videojuego, que obvio, lo juegan durante un mes seguido y luego se aburren, y algo que te costó 600 pesos, en el Blockbuster te lo compran a 10 pesos.
Y así fui enumerando algunos otros cacharros, y cuando no se perdieron, se descompusieron, o dejaron de ser atractivos.
Algo me dice que el capitalismo salvaje y la mentada globalización nada más nos ven la cara de tampendécuaros.
Quod dixi dixi
1 commentaire:
Ni que lo menciones..... mi runrun debe andar ahorita como en los 90 mil pesos so, so....
Nomás por eso, pienso tener el mismo runrun de aquí hasta como por el 2030.
Digo, si es que para entonces México sigue teniendo petróleo... si no, ahí por el 2015 so so me tocará comprar una bici... no vendas la bici del pexipatito, en unos años, yo te la compro en treinta varos.
;)
Besos virtuales!
Muuuuaaaacccccccckkkkkkkkk!!!
Enregistrer un commentaire