mardi, août 10, 2010

Yo Creía, Yo Creía

Yo creía estar medio jodido. Resulta ser que no lo estoy tanto. O al menos, hay otros más jodidos. Y es que el otro día fui a una agencia de autos, al departamento de Contabilidad, y me tocó ver las condiciones laborales de los empleados. Para empezar no cuentan con privacidad, no hay cubículos. Trabajan uno al lado del otro, sin divisiones de tabla roca o algo similar. Esto hace que sea imposible visitar páginas de internet que no sean exclusivamente laborales. A menos que haya complicidad con los otros empleados, pero siempre existe el riesgo que alguien vaya de chismoso con los jefes a decir que 'fulanito' se la pasa chateando, viendo al hamster, o descargando películas.

También al no haber privacidad, imposible dormirse en horas de trabajo. Si te comes una torta, por el olor saben inmediatamente si fue de jamón, salchicha o perro. Si te tomas una coca-cola no puedes eructar de satisfacción, so pena que no te bajen de puerco cochino marrano.

Lo peor es que habría que hacer milagros para que no se te escape un pedúnculo floral y nadie lo note. Primera tendría que ser inodoro (sin olor) y segundo, tendría que ser totalmente silencioso, discreto. Y si comiste frijoles, lentejas o garbanzos, o simplemente eres intolerante a la lactosa, pues está bien k brown que no sea de aquellos que huelen a ácido sulfhídrico o a huevo descompuesto. De donde, echarse un pedo y que te acusen por ello, puede ser causal de despido laboral.

Entre otras cosas que no puedes hacer (tranquilamente) es sacarte un mocasín (menos comértelo), estar papando moscas, ver crecer el pasto, ver secarse la pintura, pensar en la inmortalidad del cangrejo, hacer meditación profunda, verle las piernas a las secres, rascarte un web o simplemente hacerte wey.

No cabe duda que mientras dure, soy afortunado.

Eso de "yo creía, yo creía" es una frase que pronuncia casi al inicio de la película "Ninette" la actriz Elsa Pataky. De la petakas, digo de la pataky, se han dicho muchas cosas. Que se ha hecho múltiples operaciones, que tenía antes una narizota, que no tenía esas tetas y ese cu..tis.

Me vale. Yo sí le ponía Jorge al niño. Está mamérrima en la película. Es más, soportas la película por verla a ella, por la música, porque es una película sin pretensiones, porque se hace ágil, y porque estás a la espera de volver a ver a Elsa en Cuernavaca. Casi al final sale en porte-jarretelles. Ver a alguien en porte-jarretelles es lo más cercano al paraíso. Sobre todo si tiene buena pierna, chamorro, o pantorrilla.

La película en sí es sin sentido. Ya parece que alguien como Elsa o Ninette le va a decir a un feo, de buenas a primeras, baise-moi. Ni en sueños. Bueno, si es presidente de Francia como el Sarkozy, tal vez. Sino que le pregunten a Carla Bruni.

Quod dixi dixi

3 commentaires:

jess a dit…

Yo también creía que México estaba en pinche crisis económica cabrona, hasta que me di cuenta que había mil y un mexicanos en las calles de París.

Y no sólo yo, escuché decir a peruanos y brasileiros que eso de la recesión en México era mentira porque habían visto a muchos por todos lados.....

Yo por eso dije que era de Rusia, no me fueran a decir que yo también formaba parte del montón que se quejan y viajan al otro lado del charco, jajaja.

Besos virtuales!!!
Muuuuaaaaccccckkkkkkk!!!

Alexander Strauffon a dit…

Jeje, me encanto el comentario aqui arriba

Rogelio Segovia a dit…

mira, no está de más que de repente salgas (vuelvas a salir)de tu oficina que dice "dueño"; tomes el elevador al sótano y veas las condiciones laborales de los que se hacen llamar "tus empleados"

¿Hora de cambiar al de RH?