Primero el deber

Si hay algo que no me gusta es que me encarguen trabajo. Pero peor aún, es que me encarguen algo que no sé ni como hacerlo. La ventaja es que lo encargaron hacerlo en equipo. Algo que los mexicanos sabemos hacer perfectamente bien, el trabajo en equipo. Si no me creen, ahí está como evidencia la selección nacional. Toda coordinada, en la misma frecuencia, con los mismos objetivos y metas.

No se extrañen si perdemos en futbol soccer contra Panamá o contra los naranjeros de Hermosillo.

La desventaja es que no hay mucho tiempo, y yo con mis huevas. La culpa la tiene el menso del Tribilín, pues fueron requeridos sus servicios a las 4 de la mañana y el menso dijo: ¡Presente! Che wey, todo desvelado ahorita.

La culpa también fue de United 93. A ver, que alguien me explique. Compré esa película cuando la rebajaron a menos de 100 pesos y la guardé toda empaquetada. Ahí sigue en su estuche. Ayer la pasan en la tele y ahí estoy como idiota viéndola. Terminó al filo de la medianoche. A las 4 de la mañana pasan revista a Tribilín. Resultado: todo pendejo el día de hoy, jaja.

Si alguien sabe como hacer un plan de negocios, favor de enviármelo a mi correo. No les prometo retribuirles el favor, pero a cambio les puedo dar la dirección laboral de Petite Sirah o de Sandy-A. A las féminas blogger les puedo enviar una foto de Yanixán, antes de que se pasara al lado obscuro, je.

Algo tendrán los trans, que le hicieron el desaire a Niurka.

Aquí muy seguramente no aplica el dicho ese de que no tiene caso cargar con el puerco entero por diez gramos de chorizo. Si no entienden, no se apuren, acuérdense que hoy no ando carburando bien las ideas.