Noticias del traspatio del traspatio del Imperio

En alguna ocasión creo, si mal no recuerdo, Calderón regañó (para variar) a los periodistas nacionales diciéndoles que no escribieran notas que hicieran suponer que había guerra civil en México. En otra les dijo que no hicieran apología de la violencia. Solo faltó que nos dijera, cual el ignorante rata de dos patas del fox, que mejor no leyéramos periódicos o que no comentáramos nada de nada con nadie en la calle.

Es cierto no hay guerra civil. No se escuchan (por el momento y a Dios gracias) el tableteo de las ametralladoras o fusiles en la ciudad. No se encuentra uno con descabezados o encostalados a la puerta de la casa. Pero de que algo cambió de unos años atrás a la fecha, pues sí.

El fin de semana fuimos a un pueblo cercano a la ciudad de México. Una parte del trayecto es por autopista, y ya después por carretera sencilla. En la autopista solo observamos un camión con soldados desplazándose en sentido contrario al nuestro. Nada relevante, salvo el hecho de que hace 10 o 15 años era rarísimo ver un camión con soldados en la autopista. Ahora es hasta cierto punto normal verlos.

En la carretera sencilla y cruzando un pueblo, había un retén. Detenían a la gente de manera aleatoria o tal vez por el número de placas. Por las moscas, lo atravesé casi a vuelta de rueda. No fueran a salir con que marcaron el alto y no les hicimos caso.

Ya en el pueblo a donde fuimos, todo normal. La gente una lindura, se desviven por atenderte, porque te sientas bien. Dirán ustedes: es normal, era familia. Pues tal vez, pero siento que aquí en la capirucha como que nos hemos vuelto más ojeis, más gandallas, más chacales, jaja.

Ya en la noche, con unos tequilas y cervezas encima, pues empiezan las confidencias. Nos contaron que hace unos pocos años, en la fiesta del patrono de otro pueblo, estaban escuchando un concierto o banda en la plaza principal de ese pueblo, ya estaba oscuro y de repente que empiezan los plomazos. Y mi pariente dice que solo veía la ráfaga de las escuadras, y que estaban como a dos o tres metros de ellos. Que se echaron a un señor (equivocadamente) y a otras dos señoras las enviaron al hospital. Luego corrieron los empistolados, aunque calles adelante los agarraron.

También que en los últimos años han agarrado gente de la periferia de la ciudad de México que solo van a robar a esos pueblos, y que han tratado de lincharlos pero los rescata la policía. Y que en tal parte ni vayamos pues hay pandillas locales de chavos malandros.

¿Cuál es la novedad? Tal vez ninguna, solo el hecho de que nos estamos acostumbrando a escuchar tales historias. ¿Y la autoridad? pues tal vez no alcanza para el número de casos o peor aún, está coludida con los malosos.

En la noche del domingo, regreso a la ciudad de México. Entro a internet pues todo el fin de semana no leí periódicos, ni escuché noticias en la radio o TV. Que mataron al ex gobernador de Colima Silverio Cavazos, unos del pri, ahhh, nooo, jaja, quise decir unos malosos. Bueno, casi es lo mismo ¿que no? Que hubo narcobloqueos en la zona conurbada de Monterrey, porque atraparon al tícher (un presunto capo, no a López Dóriga. Hubieran atrapado a este último también y la patria se los hubiese agradecido).

¿Cuál es la novedad? Tal vez ninguna, solo que hace años no había tanta mala noticia del diario.

¿Probabilidad y Estadística? Pues que en una de esas, pasamos a formar parte del obituario.

Quod dixi dixi