¿Y si nos diéramos en la madre todos contra todos de una vez por todas?

Ayer pasaban en Canal Once una serie de cuatro o cinco programas sobre la guerra de Estados Unidos en Irak. Los agarré comenzados y medio ví los siguientes: El año perdido en Irak; Las milicias de Irak; y Vacaciones en el Eje del Mal: Irak.

Muy interesantes todos ellos. Ayudan a comprender por qué los Estados Unidos después de haber invadido Irak, se enfangaron y enfrascaron en una guerra perdida. ¿Dónde he escuchado esto último? Me suena eso de guerra perdida y de llenarse de lodo y mierda hasta la coronilla.

Por supuesto que luego de ver los programas, uno se queda con más dudas que certitudes. Y con ganas de ver la emisión nuevamente pues caigo en la cuenta que ya me hice pelotas con eso de sunnitas y chiitas. Igualito a cuando traté de entender a los tutsis y hutus en Ruanda, o a los cristianos y protestantes en Francia, o a los sajones y a los normandos, o a los ingleses y escoceses o irlandeses.

A los bolcheviques y mencheviques, a los falangistas y republicanos, a los confederados y secesionistas, a los que trabajan y a los que se hacen mensos, a los activos y a los que siempre andamos ahuevados. A los Allien y a los Predators.

Jajaja, pinche post. Ya mezclé la gimnasia con la magnesia.

Solo les cuento que el tribilín no estaba muerto, andaba de parranda. Hoy en la mañana se despertó muy sácale punta, dispuesto a dar pelea. Y la dió. Solo que a mí me desmadró totalmente. Siento como si me hubiera atropellado un microbusero, todo jodido. Y apenas es martes. Y amenazan con enviarme a la Sultana del Norte. Quesque se le perdió a la jefa una moneda de a peso en el cerro de la Silla y quieren que vaya a rascarle, a ver si la encuentro.

Antes me entusiasmaban los viajes, dicen que ilustran. A mí me cansan y me gastan.