El ex presidente del gobierno español respondió con una conocida señal al ser recibido en la Universidad de Oviedo con gritos de
fascista, terrorista y asesino.
Alguien debería sugerirles a los españoles, que para la próxima lo reciban avéntandole una miniatura en plomo de la catedral de Oviedo (al estilo de como recibieron a Berlusconi en Milán). Eso pudiera ayudar a quitarle esa estúpida sonrisa a este malnacido.
¿Existirán miniaturas en plomo de la Basílica de Guadalupe? No se darían abasto los fabricantes nacionales con tanto cínico que tenemos por estos lares.
1 commentaire:
Qué horror, cómo una persona que tuvo un puesto público tiene una educación de ese nivel.
Diuuuuuu!!!
Hasta en los países del primer mundo...
Me siento un poco mejor. Ja!
Besos virtuales!
Muuuuuaaaaaaaaccccccccckkkkkkk!
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