Calabaceándola

Soy del tipo de personas que me cuesta mucho trabajo concentrarme. Esto se ha agudizado con el paso del tiempo. En ocasiones, no pasa nada por el hecho de estar desconcentrado. En otras, supongo representa la diferencia entre seguir de perico perro o ser promovido.

Y en unas pocas más, es bastante humillante que el otro esté desconcentrado, jaja. Me ha pasado en algunas ocasiones, que está uno todo afanoso o afanado en tratar de proporcionar placer clitoridiano a alguien, y pues te motiva que la persona en cuestión emite sonidos como ratoncita tipo: "ayyy, síii, asíiii, sigueee, no pareeesss, máaasss, ayyy, mmmm, asíii". Después de unos 15 minutos el repertorio lingüístico se reduce a puros: "mmmm, mmmm". Y después silencio. En el inter, tú tratando de esforzarte ya trataste de todo, con un dedo, con dos, suavemente, con más presión, lentamente, aceleradamente, con toda la mano como si estuvieras lijando, como si untaras Vick Vaporub, en círculos, en línea, en óvalos, concentrándote en un punto, en un área, en una superficie, yendo para abajo, para arriba, para los lados, etc.

Ya pasaron 30 minutos y nada. Piensas: ("que concentración tiene esta chava para seguir gozando y no acabar"). Das unos minutos de tiempo extra y nada. Cabe aclarar que todo ese tiempo aparte de estar concentrado ahí, también atendiste un par de melones y el cuello. En cierto momento, te preguntas (¿que estoy haciendo mal?). Volteas a verla a la cara y descubres horrorizado, jajajaja, que la chava en cuestión o bien está concentrada mirando una telaraña en el techo blanco o peor aún, está bostezando. No amaaaaarrrr, jeje.

Bueno, para variar me desvié del punto. El otro día, me invitan a una junta. Mal signo que no hubiese una Orden del día o puntos a tratar. Empezamos y la jefa señala: "el pexipato les informará del motivo de que nos hayamos reunido en esta ocasión". Yo: "(¿WTF????) bueno, este, mmm, empecemos, el motivo es, mmm, bueno, que, hoy, en este año, mmm". La jefa observando mi pendejez manifiesta continúa: "nos hemos reunido para ... bla, bla, bla....". Uno a uno, los asistentes van tomando la palabra. Carajo, con las prisas no tomé ni una hoja para anotar las ideas importantes. Trato de concentrarme en no bostezar, pues es de mala educación. Chin, debí haber traído un chicle, pues no ofrecen ni café ni agua. ("Veamos ¿donde pasé las vacas? ahh, síi, nada de que vanagloriarse. ¿Cuándo son las próximas? mmm, veamos, ahhh, sí. Mmmm, aquella colega no canta mal las rancheras. Yo sí le ponía Jorge al niño").

En cierto momento, escucho que la jefa dice: "bueno, un punto de acuerdo es que el pexipato le dará seguimiento a lo que acaban de comentar". Yo: (¿WTF??? ¿seguimiento a quéeee??? no, pus si pregunto me voy a ver mal. Carajo, debí haber traído un chicle o una hoja de papel). Solo atino a asentir con la cabeza todo serio.

Continúa la junta. El sopor en mi cabeza es manifiesto. Me acuerdo de la última fémina a la que sorprendí bostezando ¿ah, verdad? ("Mira, hay una araña ahí junto al pizarrón. ¿que no limpian las de intendencia? ¿Cuándo es quincena? chin, tengo que pagar tarjetas, no me va a alcanzar. ¿Que habrá de comer hoy? mmm, esa otra colega está como paleta tutsi pop").

Escucho nuevamente a la jefa: "bueno, acordamos entonces que le enviarán copia al pexipato de los documentos y que él elaborará el informe de la reunión".

Nuevamente yo: (¿WTF???? ¿copia de cuales documentos? ¿cuál informe?). Trato de poner cara de estar de acuerdo.

La jefa: "bueno, la siguiente reunión es el próximo mes, bla, bla, bla...".

Yo: (Chin, necesito tomar esa madre ¿cómo se llama? para la memoria, para concentrarme. ¿Como era? ¿Sulfato de glucosamina? ¿Nitrato de meterlo?).

Esa debe ser la diferencia entre ser jefe y ser gato toda la vida, je.

Quod dixi dixi