vendredi, novembre 05, 2010

Indecisiones

Algunos se caracterizan por ser aventureros. Otros por ser fuertes, audaces y valientes. Otros más por comerse tremendos platotes de lengua. Yo en cambio me caracterizo por ser o estar "in".

A últimas fechas por ser el in-deciso.

Viajo de una ciudad de provincia hacia la ciudad de México. Cinco horas de viaje en promedio. Antes de tomar carretera me doy tremendo atragante de viandas y comida típica del lugar al que fui. Ahhh, y una coca-cola, según yo para no dormirme en el trayecto. Por una o por otra, se me hace tarde y quiero llegar lo antes posible al defectuoso. No me gusta viajar de noche. ¿Que tal y se me aparecen los bandidos de Río Frío?

A mitad del camino, primera señal, empiezo a notar lo voluminoso de mi vientre. Poco después, me siento como en la película de Alien, el octavo pasajero, solo que en lugar de querer salir esa cosa maligna por mi pecho, intenta salir por mis tripas y mi culo.

A lo largo de los años, y a veces equivocándose uno, aprende a distinguir entre si lo que trata de salir es un gas (metano, bióxido de azufre o CO2), la escolta del gas, o una nefasta combinación de ambos.

En este caso, no me sentía capaz de valorar la situación. No sabía exactamente que saldría. Así que apechugando seguí conduciendo. Todo el resto del pinche viaje con la pinche sensación de que o mi estómago estallaba o liberaba yo válvulas de escape. ¿Por qué no me metí a alguna estación de servicio? Por wey. Sentía yo que era capaz de controlarlo. El caso es que tuve un viaje de su rechifosca mauser. Llegando a mi casa corro al baño y abro la válvula del esfínter. Puro gas. Carajo de haberlo sabido y haber sido sabio como Salomón, horas atrás hubiese yo gaseado a la familia en el carro.

Uno que es indeciso, pues.

Con los años me he dado cuenta que cada vez que tomo café, se incrementa la producción de bióxido de carbono, y con ello contribuyo al efecto de gases invernadero y al calentamiento global. Y lo que es peor es que me encanta el café. Imagínense entonces que diario tomo café, en el desayuno, a media mañana, después de la comida y en la cena.

He estado tentado a dejar el café. Solo que ¿por que otra bebida lo catafixiaría yo? La leche, me da correquetealcanza, el té sabe a pura pinche agua, la coca-cola es peor (quintuplica la producción de gases), el agua sola la aborrezco, el vino me volvería alcohólico.

Carajo, que indecisión.

Se habrán dado cuenta que ya no posteo diario. Ando seco y estéril de ideas. Estuve tentado a ya no regresar. En una de esas, si no me ven, ahí se ven.

Leo esto y me dan ganas de cancelar mi suscripción de cable. Algo saben los pinches gringos que no nos quieren decir ¿verdad? Solo que a donde iría yo ¿a Sky, a Dish, a la tele abierta?

Creo que lo pensaré (como unos 15 años) y después tomaré una decisión.

Acabo de tomar mentalmente una decisión. ¿Como carajos que soy indeciso? No, señor.



Voy por un café.


Quod dixi dixi

1 commentaire:

jess a dit…

Yo juraba que andabas de vacaciones.

Ya ves que en el bajo mundo rola la información de que eres el jefe en tu ofis y haces lo que quieres, jejejejeje.

No dejes el blog eh?!!?!?!

Ni creas, ni creas.

No te lo perdonaría nunca. Jum!

Besos virtuales!
Muuuuuaaaacccccccckkkkkk!!