De pedotototes y otras flatulencias

Me voy a permitir chochear. Repetirme. Contar lo ya relatado. No me acuerdo en qué fecha, aunque seguramente muchos de ustedes nunca lo leyeron. No creo que sean tan obsesivos-calenturientos-compulsivos como el pexipato que se lee los blogs de pé a pá cuando la blogger promete.

Promete una gran amistad, y a veces resulta, otras decepcionan.

Como quiera de nada sirve contarlo. Está visto que nadie aprende en cabeza ajena. Que alguien haya estado a un tris de irse al haber galletas, no impide que otra persona la calabazee por wey.

De todos modos, esto nunca me sucedió a mí. Le sucedió al Bevo. Ya les he contado que el Bevo es casi como mi hermano. Más pendejo y más calenturiento que el pexipato, pero al fin y al cabo buena bestia.

La historia sucedió hace ya algunos años, cuando el Bevo era buen mozo, joven, atractivo y guapo. No tanto como el pexipato pero ¿qué quieren? la vida es injusta a veces.

El Bevo andaba de vacas en El Cairo. El Bevo gustaba de las emociones fuertes. Soñaba conque alguna egipcia le bailara la danza del vientre. Al final lo que le bailaron fue otra cosa, c'est la vie.

Como el Bevo andaba con puro puñal y extranjero (nadie se animaba a salir fuera del hotel, en un país desconocido, con una lengua que nadie hablaba, de noche) pues se dijo: "Sólo se vive dos veces. Y no quiero morir sin haber amado". En pocas palabras, la calentura es la calentura, aquí y en China.

Y que se lanza el Bevo. Aquí y en China, los bares de mala muerte tienen una lamparita roja en la entrada. Cuando encontró una, subió por una escalera estrecha hasta llegar a un pequeño bar, en penumbras. Ya ahí pudo percibir tres o cuatro féminas que esperaban incautos (igualito a México y a China). Pidió ver la carta. Leyó al-khwl الكحول, o al-ghawl الغول
Sepa la chingada que quería decir, así que optó por decir: "Beer, Bière, Cerveza, Birra, Chela" y para mayor descripción se llevó la mano a la boca, como si fuera una mamila (la mano).

Ya que lo más barato allá es la cerveza (es más cara el agua potable, igualito a México y a China), pues le llevaron un caguamón de un litro. Pidió que le llevaran a la mesa a una fémina. Ya parece ¿no? Con esa cara de infiel y hereje que se carga el Bevo, le llevaron pura gaver. Bueno, la realidad es que ya no se acuerda si le llevaron o no a la dama, y para el caso fue lo mismo, por lo que sucedió después.

Después de un buen rato de estar departiendo (con o sin fémina), a lo mucho se echó dos caguamones (es que hace un poco de calor allá en verano), pidió la cuenta.

Casi se le baja el pedo, súbito, pues ésta sí era bastante entendible, ya no recuerda si en dólares, francos o felipesos, pero le cobraban por dos cervezas (y tal vez una o dos copas de dama) el equivalente a una botella de Glennfiddich (o a una de Torres 20, o de Don Julio, el que gusten, el pexipato paga). El Bevo como buen machín que era (es) dijo: ¡¡¡Ni madres, es un abuso, no pago!!!

Ah, cómo chingaos no, que mandan llamar a dos roperos árabes, con cara de Schwarzenegger, Condoleezza o Bush, así de feos. Unas mierdotototas como de 1.90 mts. De ancho, de alto eran más grandes, jajaja, bueno eso se le figuró al Bevo que a esas alturas, rezaba por su vida, pues los gorilas empezaron a jalonearlo. Levemente, nada que ameritara poner una queja en el consulado de México en El Cairo (ya ven que nos defienden rebien a todos los connacionales de los abusos).

N'ombre, pedodonón o pedototote que le sacaron al Bevo, pues ya no sabía si lo querían bolsear (como en México y en China) o solo que pagara la cuenta. Le decían en árabe algo así como: Coopelas o cuello.

Al final les dió las nylon, digo pagó la cuenta, aunque con esos sustos si le hubieran pedido las nylon, pues ya qué, más perdió el diablo, jajaja.

De suerte no le dió diabetes o hepatitis al Bevo con tamaño pedote, aunque sí amnesia. Pregúntenle ustedes de su viaje a Egipto. Que si Luxor, Karnak, Abu Simbel, Assuán, Keops, Kefrén y Micerino, la Esfinge, el valle de los Reyes y de las Reinas. Nada, nada. No recuerda nada, solo el pedototote de un bar de mala muerte en El Cairo.