No tiene la culpa el indio

Entre banqueros te veas. En realidad no fue (alguien de) un banco el que me llamó, sino una persona de Visa Internacional (NPI de que sea eso) ofreciéndome una nueva línea de crédito. Están viendo que está creciendo la morosidad y la cartera vencida y te llaman para ofrecerte más dinero, je.

Se quedó bastante sorprendido (ok, se escuchó bastante sorprendido) cuando le dije que no requería un crédito, que no sabría en qué gastarlo. Balbuceó unas frases acerca de todos los beneficios que obtendría si me embarcaba yo con ellos. Ante mis negativas, finalmente cedió. Espero no sea tan mala leche de enviarme a huevo la tarjeta, pues la envían y luego empiezan a cargar cuotas anuales u otros cargos, aunque no la utilice uno.

Desde ayer, leyendo la columna Dinero de Enrique Galván de La Jornada me quedé ciscado. Observen esto:

Asunto: deudas por más de un millón

Durante seis años manejé correctamente diversas tarjetas de crédito que me fueron otorgadas por casi todos los principales bancos. Por diversas circunstancias que impactaron mi economía este año ya no me fue posible seguir cumpliendo con los pagos y en mi afán de no convertirme en cliente moroso recurrí a la práctica suicida de disponer de efectivo de unas tarjetas para cumplir con los pagos de otras, hasta alcanzar los límites de crédito de casi todas. Al mes de julio mis adeudos sumaban ya más de un millón de pesos.
He solicitado por escrito a los directores de los bancos que me otorguen un préstamo hipotecario para obtener liquidez, ofreciéndoles en garantía las escrituras de la casa donde habito, pero no he recibido respuestas positivas. También me dirigí a Guillermo Babatz, presidente de la Comisión Nacional Bancaria. Tampoco he obtenido respuesta. Ojalá pueda ayudarme publicando mi caso, me encuentro desesperado y angustiado debido a que he estado sufriendo acosos telefónicos y escritos de despachos de cobranza que amenazan proceder a embargar mis bienes. Además uno de los bancos acreedores, del que soy empleado jubilado, me ha confiscado en dos ocasiones la totalidad de mi pensión quincenal para recuperar una parte ínfima de mi deuda.

G. Rivera P./Distrito Federal

R: Ya vi la lista de sus tarjetas: Banamex, Santander, Bancomer, American Express, Wal-Mart, Sears, Palacio de Hierro… En otros países existe el recurso de que las personas se declaren en quiebra, no sólo las empresas, de ese modo suspenden pagos en un esquema que un juez aprueba y supervisa, y los acreedores no pueden echarle montón. Es un respiro mientras se organizan y pagan. Los legisladores mexicanos no quieren tocar el tema para no disgustar al sector financiero. ¿Recurrió usted a Babatz, el dizque investigador de los sacadólares? No pierda su tiempo. Es el momento de que recurra a un despacho de abogados. Asimismo, lo convido a participar en nuestro foro y compartir experiencias con otras personas en su situación.

¿Quién en su sano juicio se le ocurre tener siete tarjetas de crédito, y utilizarlas todas? ¿Quién dispone de efectivo con TC's para pagar otras TC's? ¿Quién tapa un hoyo (sin fondo) abriendo otro? ¿Quién siendo empleado jubilado tiene tantos gastos? No me queda claro si los gastos fueron para hacer negocios (tal vez fallidos) o fueron para darse gustos (etéreos).

Ni el pexipato siendo tan calenturiento, se le ocurre la malograda idea de buscar una hetaira de lujo de digamos 10 o 20 mil pesos, para darse gustos tan banales, volátiles o pasajeros.

Recuerdo hace varios años, siendo más guapo todavía por culpa de la edad, le propuse a una dama colega de un anterior trabajo ciertas actividades de calistenia, y me dijo que cómo no, pero que a cambio quería unnnnn auuuuuuto.

Jajajajaja, ¿se imaginan, un auto versus uno o varios palestinos? Pues sí con uno o varios tarjetazos tal vez hubiera comprado y regalado un auto, pero está bien que estoy y soy pendejo, pero no tanto (creo), jeje.

P.D. 1 Esta es otra "perla" de los deudores de TC's:

http://www.jornada.unam.mx/2008/12/03/index.php?section=opinion&article=006o1eco

Te platico mi experiencia: tengo 56 años, me han tocado varias crisis económicas, pero ésta la verdad no tiene madres. Cuento con más de 12 tarjetas de crédito con límites grandes que, por mi manejo, los bancos agiotistas me dieron porque siempre les pagué puntual y más del mínimo. Ganaron mucha lana conmigo, ahora están todas fuera de control, suspendí pagos porque si pago no como y si no como no tengo fuerzas para trabajar. No tengan miedo, todo lo que está a su nombre pónganlo a nombre de hijos o esposa, las tarjetas son créditos sin garantía, lo más seguro es que las manden a cuentas incobrables y en siete años puedan estar libres del Buró de Crédito.

Emilio Andrade/ Distrito Federal

La verdad, Enrique Galván debiera regañarlos ¿cómo que doce tarjetas?

Visiten el foro:

www.dinero.tv/tarjetas/foro/index.php

P.D. 2 La musa que quería el auto no era tan exigente, quería un auto de los subcompactos. Aún así, me dolió el codo y eso que no soy codomontano.