La virginidad ¿está en el himen?

Venía en el carro escuchando el radio, un programa de Rocío Ichazo, en donde a su vez comentaban que la (pseudo) actriz Paty Muñoz (en su casa la conocen y le hablan de tú; bueno yo la conozco porque tiene un megacuerpazo y porque tiene una residencia de lujo hecha de madera, esto es, hecha a base de puros palitos) había asegurado que se iba a someter a una operación de reconstrucción del himen, es decir quiere ser virgen de nuevo (y tal vez encontrarse un San Perplejo que se la crea).

Ellos, Rocío y un wey que ni me sé el nombre pero que lo odio porque le agarra la pierna en cabina a Rocío, salieron a la calle a preguntar qué opinaba el populum. Y ya saben unos que estaba mal, otros que bien, y otras más que quién sabe. Una chava opinó que "la virginidad no se encuentra en el himen". Y el perplejo del conductor, compañero de Rocío, se burló de la chava diciendo que la virginidad sí estaba en el himen. Bueno, yo coincido con la chava, la virginidad, la pureza de pensamientos, la castidad, está en otro lado y no en una membrana. Pero, en fin. Con todo ello me acordé del chiste del pirrín, y de una variante que seguramente circula profusamente por la red y que me envió Yeye.

Zzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzz

Jeje, para variar no la encontré. Era el chiste de caperucita y el lobo ... y el pirrín. A cambio encontré este otro:

La señora medio dormida en su cama escucha cuando llega su marido
del trabajo y siente como es acariciada levemente, casi de manera furtiva, como recorriendo suavemente la periferia de su cuerpo, y siente como su cuerpo reacciona inmediatamente a las caricias, el marido toma sus manos y las recoge, mete una de sus manos por su espalda y llega atrevidamente hasta sus redondeces.

En este momento la señora está que echa chispas, jadeante y deseosa, entonces sus piernas son abruptamente levantadas, la mujer siente que la pasión perdida por años ha regresado y siente como su hombre recarga sobre ella todo su peso, siente en su nuca el aliento cálido de su marido,ella levanta las caderas, separa e inclina sus piernas y se dispone a ser tomada, cuando de pronto su marido suelta sus piernas, gira sobre sí mismo y se acomoda en su lado de la cama.

La mujer atónita y respirando hondamente pregunta, qué pasó????

El responde ¡¡¡ya mi vida!!

¡Ya que! grandísimo cabrón???

Ya duérmete mi cielo, ya encontré el control remoto.

Jajajaja, cualquier parecido con la realidad, es pura pinche coincidencia.