Realidades

Culiacán, Sin. La Jornada, 13 mayo 2008

(El miedo no anda en burro)

Creo que por el tema de los posts, ustedes debieran adivinar la edad o las preocupaciones de quien los escribe. También muchas veces he pensado que actúan como termómetro o barómetro de la realidad nacional.

Así si ustedes leen blogs como el de Mati, Karla o Miss Neumann, podrán imaginar que son chicas entre 26 y 35 años, cuya máxima preocupación por el momento es encontrar a su media naranja y con ello ser felices, y colorín colorado.

Otros blogs dan cuenta de las mamás jóvenes con hijos aún más jóvenes, cuyos desvelos se encuentran en la felicidad de los polluelos o en como sobrellevar la vida conyugal sin poner el cuerno en el intento.

Y luego vienen los blogs como el del pexipato y otros (los caballeros sí tienen memoria pero los mensos como Yohan, empezamos a tener nuestras lagunas) en donde nuestras preocupaciones se encuentran ligadas a llegar con éxito al final de la quincena, o en recordar con nostalgia el México que se ha ido y chance ni vuelva.

Hasta donde recuerdo (mi abuelito me lo platicaba, je) la crisis actual viene desde 1982 con las primeras devaluaciones contemporáneas y el apretarse el cinturón para que alcance. Justo después del boom petrolero y el cuento de que debíamos prepararnos para administrar la abundancia. Después vino el tristemente famoso "ya nos saquearon, no nos volverán a saquear" (jajaja, buen chiste del lópez porpillo) y las lágrimas por defender al peso como un perro, aunque todo quedó en una colina.

De ahí en adelante, siempre ha sido el ya merito, sólo la puntita, de la mitad pa' atrás y etc. Devaluación tras devaluación, a veces disfrazada de inflación. Robo tras robo. Saqueo tras saqueo. Pero ahorita, la verdad ya empieza a preocupar en grado extremo el asunto. Hasta el sexenio de la Zebra, (algunos) siempre habíamos pensado que el narco estaba controlado o simplemente se limitaba a hacer sus negocios en nuestro país. Con la llegada del sargento Chiricuto, las cosas se han vuelto color de hormiga. Como dice Jolie, ya no hay ciudad donde esconderse, o trabajar a gusto. Cual más, cual menos, tiene su narcoviolencia. Sus "levantados", sus encobijados, sus ajusticiados. Dicen los de inteligencia (sic) que es porque les están dando hasta por debajo de la lengua a los capos.

En realidad a quienes nos dan hasta por debajo de la lengua y allá por el chiquihuite es a los más de 100 millones de mexicanos. Alguien decía hace meses: "¿cuándo se ha visto que porque el gerente de una empresa se muera o vaya a la cárcel, la empresa debe de cerrar o quebrar?". Así, porque capturen a las cabezas visibles (en este momento) de los cárteles, éstos últimos no desaparecerán. Quienes estamos en un tris de hacerlo somos nosotros si tenemos la pésima suerte de quedar enfrente de una bazooka o de un cuerno de chivo, o en medio de un arreglo de cuentas.

Lo bueno es que ya dijeron, los del gobierno, que vamos ganando.

Y eso que todavía no es 28 de diciembre.


P.D. Ojo, como decía el chupacabras, no se hagan bolas. No digo que haya que claudicar. Solo repito, como otros dicen, que mientras no se ataquen los problemas del México profundo (desigualdad social, pobreza extrema, falta de empleos, etc.) pues bien podemos seguirnos quejando (Ouchhhh).