Una noche loca, aunque no de copas

Que en China le están echando la culpa a las mascotas olímpicas de los desastres naturales ocurridos recientemente. Bueno, a alguien hay que echarle la culpa de nuestros males. Acá en México la culpa la tienen los empresarios transas que evaden impuestos y los políticos ratas que malgastan o se roban los recolectados. Lo malo es que los mexicanos somos muy desmemoriados y en época de elecciones o bien no votamos o bien votamos por los culpables de nuestras desgracias.

En China seguramente decapitarán a las móndrigas mascotas o de perdida las castrarán para que no se reproduzcan. Acá en México quisiéramos meterlos al frescobote a los susodichos pero no se puede. Nuestra justicia solo aplica en contra de los jodidos. Algunos se conformarían con cortarles una mano o un brazo a los ijosepu, pues mancos transarían o robarían menos, pero ni eso se puede, jeje.

Esta mañana el tráfico a la salida de mi casa estaba imposible. Ya casi llegando a mi trabajo en Villa Coapa empezó a mejorar, pude aumentar la velocidad a 60 km/h, jaja.

Desde la madrugada, estaba yo de un humor de perros. Tenía yo una erección seguramente causada por la ingestión de líquidos en exceso la noche anterior. Para colmo la perra no andaba cerca. Le hubiera dado una patada en los huevos para desquitarme. Déjenme decirles que la pinche perra resultó ser un pinche perro, jaja. Clarito la pexipata me dijo que el perro(a) todas las mañanas se lame los huevos antes de ir a despertarme lamiéndome la cara con su lengua.

Bueno, decía, estaba yo inquieto en la cama. Era una hora comprendida entre las 12 de la noche y las 5 de la mañana, o sea, no sé qué putas horas eran, jaja. En eso escuché afuera, por la ventana: "Ya, mi amor". Ipso facto me acordé del chiste del control remoto ("¿ya qué? grandísimo cabrón" jaja). Pero no, una dulce voz femenina respondió pisos arriba: "Ahorita bajo".

Inmediatamente no sé por qué pensé en una chava con la cara de virgen así como Paty Muñoz. Obvio que no pude verla, a obscuras, echado yo en mi cama. El tipo de abajo (yo vivo en quinto piso, me imagino la chava en sexto o séptimo. Así que con susurros definitivamente no hablaban. Era casi a gritos): "¿Cómo estás vestida?". Me imagino nuevamente que la chava se asomó por la ventana. El tipo: "Ahhh, tienes mucha ropa. Bueno, no importa, así tardo más en desvestirte".

De suponer que la chava, la cual no conozco aunque sí quisiera (jaja, conocerla), o vive sola o con amigas o tiene unos padres alcahuetes o sordos. De nuevo, la chava repitió que ya bajaba.

El tipo: "¿Mi amor?" La chava con voz melosa: "¿dime?". LA PUTA QUE LOS PARIÓ, jajaja. En ese momento yo ya echaba espuma por la boca, pues la erección había pasado, empezaba a quitárseme el sueño, y estos dos cabrones con sus diálogos pendejos. Por un momento quise gritarle al tipo: "cógetela en la escalera, pero ya cállate, grandísimo cabrón", jaja.

El ijoepu: "Apúrate, pues tengo el carro en doble fila". Digooo, a las 2 o 3 de la madrugada a quién chingaos le importa si hay un carro o no en doble fila. Debe coger muy bien el ijoepu pues está re pendejete. Bueno, ni tanto, después de todo el que iba a echar pata era él y no yo, jeje.

Corolario: Inútil decir que tuve que prender la compu a esas horas. Buscar mi videoteca privada y, después de que el monitor quedó todo almidonado, limpiarlo cuidadosamente. Luego tardé en conciliar el sueño. Y en mi trabajo ahorita estoy buscando no quién me la hizo, sino quién me la pague.

Pinches chamacos calientes, uno bien portadito, y ellos con sus trabajos orales, léase mamadas.