El dedo en la llaga

Hay quien sin querer (¿queriendo?) le pone sal a la llaga. ¿Que cruel? No, porque la llaga siempre ha estado ahí, no ha sido posible cerrarla.

Hoy me he enterado que Rossmar cerró su blog. Anteriormente Mati lo hizo. Más antes, W se tomó vacaciones indefinidas. Y así ....

Dice Ross que en su momento el abrir su blog fue para sacar una tristeza que la llevaba a la tumba. Y que ha cumplido su cometido, al igual que el de Mati.

Es cierto, todos los blogs, los interesantes, los aburridos, los que hacen reír o reflexionar, cumplen una función, al menos para sus creadores. A veces cumplen su cometido y los cierran. Otras veces no le encuentra uno la cuadratura al círculo, y también los cierra uno.

Yo me resisto a cerrar éste. Al menos para mí, cumple un propósito. Descargar la tremenda frustración que llevo sobre mis hombros o en mi cabeza desde hace más de dos años. Y que en ocasiones, como hoy, alguien o algo "pone" el dedo ahí, justamente ahí, para recordarnos que por el afán de no quedar fuera de la nómina, estamos desperdiciando nuestra existencia. Y acumulando frustración.

A lo mejor, ahora que cobre la quincena, se me olvida o se me hace más llevadera la herida. Y este post nunca habrá existido, jeje.

A lo mejor, no hoy, un día de éstos, doy el primer paso para sanarme, y podré cerrar en paz este blog.

P.D. No fue Ross, ni Mati, u otro blogger quien puso la sal. Fue una situación exógena.

P.D.2 ¿No saben que es exógena? ah, es una de las funciones de este blog, que consulten el DRAE (como yo lo hago muy seguido), si son curiosos, sino, quédense con la duda.

P.D.3 Ufff, sentía yo como una piedra en la garganta. Ya pasó. La tragué gracias a este post. Mañana o el lunes que la defeque, será otro dolor. Pero así son los blogs.