¿Es bueno decir la verdad? A veces no.

Hace algunos años el pexipatito me preguntó acerca de cuál había sido mi asignatura preferida en la primaria. Después de un rato de pensarle, pues ya llovió, le contesté: Historia.

Tremendo error de mi parte. Debí haber contestado: Matemáticas de números irracionales, o Mecánica Cuántica, o bien Astrofísica intergaláctica.

El resultado fue que al jijo de su (expresión de cariño) le ponen un programa en el History Channel y se queda como menso viéndolo (igual que el pexipatote) o bien que le gusta el jueguito Age of Empires porque salen El Cid, Barbarroja y Moctezuma.

Pero pónganle algo de Mate y abomina como si hubiera visto al chupacabras.

No quiero ni pensar cuando lleve Fenómenos de transporte, Métodos Numéricos, Circuitos electrónicos, Dinámica de sistemas o alguna de las mafufadas que se inventan el día de hoy.

A mí que ni me pregunte. No me acuerdo cómo aprendí a leer y a escribir, me voy a estar acordando de lo que me enseñaron (y que no necesariamente aprendí) en el Instituto Patrulla o en las Academias Vázquez.

Ahora, ¿quieren llorar? (en viernes, jeje). Chequen el dato: "cuando se comparan los datos de lo que se gasta contra los resultados de las evaluaciones internacionales, las cosas se vuelven particularmente críticas. A pesar de que nuestro nivel de gasto (educativo) es comparable al de Corea, Irlanda o la República Checa, los resultados alcanzados por los estudiantes mexicanos es tremendamente bajo. En un estudio reciente de la OCDE entre 31 países, México ocupó el lugar número 30 en comprensión de la escritura, en matemáticas y en ciencias. En cambio, Irlanda alcanzó el sitio número 5, Corea el 6 y la República Checa el 19
http://www.observatorio.org/colaboraciones/granados.html

Claro que yo estoy infiriendo que si le hubiera contestado al pexipatito que me gustaba una asignatura difícil (?), a él le hubiera gustado en consecuencia. Y eso, eso son sueños guajiros.