Ayer en el trabajo alguien me hizo una buena (¿cuándo? jeje) que me hizo encabronar y echar espuma por la boca. Abusan de mi nobleza (¿cuál? jaja).
Y todavía le dije: "pero, no creas que me voy a desquitar, ¿eh?". Les digo, que uno de mis problemas es mi hocicote. Digo, yo sí quiero desquitarme, pero ya le dije que no lo haré. Lo de menos sería no desquitarme y que la vida se la cobre, haciendo a ese sujeto un ser mezquino, mediocre y despreciable. Lo bueno que no soy rencoroso, jaja (¿no se nota, verdad?).
El caso es que salí del trabajo buscando no quién me la hizo, sino quien me la pagara. Por más que aventé el carro a otros similares, todos me abrían paso. Es decir, no logré estampar mi carro contra de otro. Llego a mi "haus" y no había luz. Jijos del maíz. A toda costa tratan de demostrar que la CFE es ineficiente, provocan sus apagones y que la gente se joda. Todo con tal de privatizar la electricidad. Gracias putos y ojetes de Repsol. Aunque si creen que estaremos mejor con ellos que con la CFE, espérense tantito. La ley de Murphy indica claramente que si algo puede ser/estar peor, seguramente lo será/estará.
Esta mañana con las novedades de: 1) ví con mis propios ojitos un accidente entre dos autos, gacho. Uno de ellos casi pérdida total. No sé si el conductor la libró o no. 2) En la tele, pasaron otro de una camioneta que perdió el control y se estrelló contra un puente o barrera de contención, ocasionando que dos menores y otros adultos que iban en ella se lesionaran y fueran a dar al hospital. Feo el asunto. 3) Un depa se quemó. Ignoro si hubo siniestrados. Pero conociendo a los mexicanos, segurito no tenían seguro contra accidentes y perdieron todo.
Imagino que hay un mensaje implícito en todo ello que no acierto a ver con claridad. ¿Ven por qué les decía que soy doxósofo? Ah, pero ni eso me dejaron, luego luego me dijeron que no lo era unas amables bloggers. Luego vino el pendejo del trabajo y aseguró ante diez personas que sí lo soy. Pendejo, no doxósofo. Eso calienta. Uno sabe que es uno medio buey (nótese la condescendencia. No dije buey y medio, sino medio buey) y lo admite, pero que te lo digan frente a otros, es abominable, jeje.
Entre son peras o son manzanas, hoy manejé camino al trabajo a 20 o 30 km/h. Entre las mentadas de madre de los demás conductores, y uno que otro grito de "anciano decrépito" (ésta última palabra debe ser algún halago si nos atenemos a la etimología) no se me hizo tan largo el camino.
2 commentaires:
Para q le haces caso al de trabajo si tu mismo dices q es pend… Ay! No me hables de tragedias q vivo cerquita de la México Puebla y aquí de a tiro por viaje los muertitos.
Pues esos siniestros también ocurren por acá. Todos los días hay levantados y acuchillados.
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