¿No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy?

Así se puede resumir mi vida, la indecisión. Casi nunca tomo decisiones apresuradamente, vamos ni pensándolas. Siempre estoy evaluando pros y contras. Tanto, que muchas veces ya cuando quiero actuar, c'est déjà trop tard.

En el lado opuesto, tengo una colega que se pinta solita para aprovechar las ocasiones al vuelo. Cuando decide que quiere algo, está chinga y chinga hasta que lo consigue. Si necesita un oficio que haga constar que trabajó arduamente todo el año, va y se para con el preciso hasta que lo consigue. Inútil decir que todas sus acciones están regidas por un común denominador, money, argent. Si es feliz o no, no lo sé. Pero, ah, como es jodedora la jijadesuchi.

Yo en cambio, no actúo esperando que las cosas se solucionen en automático, lo cual por lo general no sucede. Al contrario, a veces empeoran. Aunque todo en este mundo es relativo. Digamos que me va relativamente bien. Si actuara yo rápidamente, me iría mejor. ¿Sería yo o no feliz? no lo sé.

Luego pienso que cuando no toma uno decisiones, la vida se encarga de ello. De otra manera ¿cómo explicar que haya una pexipata y un pexipatito? ¿que tenga yo trabajo (sic)?

Este post originalmente se iba a llamar "¿Pudo un palestino ser la causa de la caída del imperio romano de Occidente?". Y es que ayer veía yo una película "El libro del amor", la cual no terminé de ver. Pero que podría resumirse en que un estudiante de 16 años conoce a una pareja (en apariencia) felizmente casada. Después tiene un affaire con la esposa. Aunque por lo que se entiende una sola vez, o sea un solo palestino. A la esposa le agarra un sentimiento de culpabilidad y le confiesa al marido lo que ocurrió. Este no sabe como reaccionar, se enoja, llora, después invita al chavo a que los acompañe a Disney World (háganme el refabrón cabor. Aquí debí haber apagado la tele. A la vista de tremendo churro. No lo hice). En el hotel de Disneyland, se descubren tendencias homosexuales del marido con el chavo. El chavo le entierra un puñal al marido en la rodilla. N'ombre, un pinche desmadre de película. Al final el matrimonio se desgaja, se desbarata.

Ahí fue cuando decidí que 'trop c'est trop', y apagué la tele. O sea todo un pinche Armagedón por un palestino.

Por eso mi pregunta ¿Pudo un palestino ser el causante de la caída del imperio romano? O sea, olvidémonos de los bárbaros godos y germánicos, de la corrupción de los Césares y las instituciones, de la mercenarización del ejército, de la crisis económica, etc. ¿Quién sabe si todo empezó con el simple aleteo de una mariposa?

Propongámonos pues seguir la dieta del nopalito. Tal vez así contribuyamos a que México no sea un estado fallido.