Del porqué algunos hombres se hacen gays

El domingo pasado visité los segundos pisos, no sé si era Periférico o como se le llame allá arriba. Aunque no son mi ruta habitual, es decir nunca los utilizo, sí da un poco de orgullo ver una obra de tal magnitud. Esperemos aguanten los temblores que se llegan a dar cada 15 o 20 años (remember 1985?) o un berrinche del Popocatepetl.

Hace semanas tuve la ocasión de tomar el Metrobús, los autobuses que corren a lo largo de avenida Insurgentes, los cuales también no son mi ruta de costumbre. Salvo el pequeño (gran) inconveniente de ir como sardinas enlatadas, lo cierto es que $3.50 para ir de polo a polo de la gran ciudad, está regalado. Los que lo utilizan diario, con todo y los fajes involuntarios, se ahorran una buena lana en taxis o gasolina.

Hace meses tomé el Metro y me percaté que algunos vagones eran nuevos, más amplios, más bonitos. Para lo que cuesta, $2, y la posibilidad de darle varias vueltas a la ciudad por ese precio, pues también está de lujo. No hablaremos de la flora y fauna que se encuentra uno en esos lugares, eso es harina de otro costal.

Me imagino que si eso es aquí en esta ciudad de locos. Qué de obras faraónicas no habrá en otras ciudades con cargo al erario público: presas, hidroeléctricas, aeropuertos, universidades, hospitales, supercarreteras, plantas nucleares generadoras de energía, conjuntos habitacionales, etc.

Si visitan la ciudad de México, no dejen de darse su vuelta por los segundos pisos (aunque se pierdan), por el metrobús (aunque les den su fajecito sabrosón), y por el Metro (aunque les bajen la cartera o les arrimen el pirrín).

Para aquello(a)s que no saben qué cosa es el pirrín, ahí les va un chistorete cortesía de la red:

Resulta que cuando un blogger llamado Mont Blanc (MB) decidió sentar cabeza estaba resuelto a encontrar una chava limpia, pura, virgen e inexperta.

Encontró un excelente prospecto, salió con ella durante dos meses, y finalmente decidió aplicarle la prueba de fuego... invitarla a un hotel, tardó poco en convencerla y una vez ahí se bajó los pantalones y mostrándole su aquellín le preguntó: Mi vida, ¿qué es esto?

Ella respondió: Eso, eso es una verga.

Perra desgraciada, maldita, perdida...-gritaba MB mientras la corría del cuarto a patadas.

Continuó su búsqueda, cada vez más exigente y cauteloso, hasta que decidió comprometerse con una chica con la que ya llevaba saliendo dos años (y nada de nada).

Claro, antes de la boda y después de muchos ruegos y súplicas la tuvo en un hotel y para el solito... ...llevó a cabo el procedimiento aquel de bajarse los pantalones y preguntó: Mi vida, ¿qué es esto?

Ella con voz tierna respondió: Aaaah, eso es un pirrín.

MB emocionado la abrazó y besándola le dijo: mi vida, mi cielo eres lo máximo, ay cosita, eres la más tierna, yo si me caso contigo, pero antes déjame explicarte una cosa: Esto NO es un pirrín, esto es una Verga.

Y ella contestó: ¡ay mi vida no! Yo conozco de Vergas y "eso"es un pirrín

(Esta es la verdadera historia de porqué MB se hizo gay).