Somos Ser dotados?

Una diferencia fundamental entre los hombres y las mujeres me imagino es el sentido del orden y de la limpieza. Los hombres, no sé si la mayoría o solo unos cuantos, podemos vivir en el cochinero total y no pasa nada. Ensuciar platos, vasos y tazas, hasta que no queda uno limpio y entonces sí lavarlos todos o unos cuantos. Tener desperdigados por toda la casa, revistas, ropa, zapatos, calzones balaceados y sin balacear y no pasa nada. Ah, pero las mujeres, benditas mujeres, quieren todo arregladito y en orden.

¿Cuántos no hemos perdido documentos importantes por ese afán de limpieza?

Justamente en mi trabajo tengo unas peras (dos) echándose a perder. Sé que las peras son muy buenas, ¿para qué? no lo sé, pero me han dicho que son excelentes. Y ahí las tengo. Anteriormente tuve dos manzanas (en vías de pudrición) y un buen día la señora de intendencia me las tiró sin decir agua va. Esta vez vino a preguntarme si podía tirar las peras. Le dije que no, que estaba haciendo un experimento cuyos resultados los enviaría a la revista Guinness para obtener un premio. Las peras ya están parcialmente de color café, me imagino que si no me las tiran llegarán a ser como ciruelas pasas. ¿Qué probará eso? nada, pero son mis peras.

No le dije a la señora, que en mi casa dichas peras no durarían ni treinta segundos antes de que me las arrojaran a la basura. Lo que sí, le dije que en mi oficina y en mi casa mando yo.