¿Hobbies o manías?

¿Por qué las viejas, jajaja, perdón, las mujeres todo lo tienen que hacer en dúo? Si están en un restaurant o antro y quieren ir al baño, van mínimo de a dos, nunca una sola. Si van a la tienda por dulces o al kiosko por café van de a dos. Si van a ver al jefe o a la jefa se presentan de a dos. Ah, pero eso sí, si uno propone un trío en la cama, de pervertido no lo bajan a uno, jaja. Bueno, siempre y cuando sean dos (mujeres) contra uno. Porque si el tercero es un negrote, la verdad, paso sin ver.

Supongo conocen el chiste del burro cuando el Creador les va concediendo dones a cada uno de los animales, el burro se queda dormido y llega tarde todo encabronado a la repartición. Bueno en dicha repartición de dones, virtudes, manías, obsesiones, a mí me tocó aquella de conservar (casi) todo lo que me dan o adquiero.

Así conservo los boletitos del camión, la lista del super de hace tres semanas, los vouchers bancarios (nótese que aquí mucha gente escribe bauchers), los calendarios de bolsillo actuales y pasados, cajitas de medicina sin medicina, y un buen de libros y películas que nunca leeré ni veré, pero que ahí están.

La naturaleza en su sabiduría ejerce mecanismos compensatorios ante estas situaciones. Así, las madres y luego las novias o las esposas, se toman muy a pecho el tirar a la basura todo lo que ellas consideran innecesario. Es por eso que mi colección de revistas Operación Jaja yace seguramente en un basurero o en una tienda de revistas usadas, gracias a mi madre. Mi colección de soldaditos de plástico y de plomo, no sé dónde, gracias a una tía. Mi certificado de primaria, no logro encontrarlo, ni tampoco mi diploma de las Academias Patito. Mi colección de películas privadas, a buen resguardo hasta ahora, en cuanto el pexipatito las descubra seguramente me las birlará o las malbaratará con sus cuates.

Ah, pero el día que le dije a la pexipata que si seguía con su manía de tirarme mis cosas, yo le tiraría sus revistas, solo alzó la mirada y me dijo "órale".

Cuando una mujer me mira fijamente a los ojos, sosteniéndome la mirada, y me dice "órale", el efecto es inmediato. Me hago pipí en los calzones, jaja.