De caliente

Es sorprendente lo fácil que uno se calienta. Sólo bastan dos o tres palabras y ya anda uno caliente.



Y es que solo con verlas. A mis cuatro subordinadas. Una da el gatazo, las otras tres están de "Asústame". De tiempo atrás se me quedaban viendo, insistentemente, porfiadamente. Una vez no me pude contener, y las confronté. Ese día entendí el porqué de sus miradas. Con ellas me decían todo. No me aguanté y las reté: "pongánmelo por escrito".



¿Y qué creen? Las bitches (ohhh, pus todavía no estamos a 8 de marzo), bueno, las jijas de su twinky wonder, que me lo ponen:



"Pexipato, eres y estás bien pinche pendejo".



¡Pucha! Que lo piensen, pasa. Que te digan con las miradas, lo puedo soportar. Pero que te lo pongan por escrito, eso sí calienta.

Por ejemplo, yo cuando veo a la mayoría de diputados y senadores, pienso: _ches _dejos ratas. Sería muy diferente si se los dijera yo por mail ¿verdad? se calentarían también.



Yo que me quemé las pestañas en el kinder y la primaria, y estas ches viejas pendejeándome.



Me voy a poner a dieta de frijoles para (ahora que las vuelva yo a ver) sacarles uno o dos pedos. Me cae.