mercredi, novembre 12, 2008

Mmmm, si yo les contara .....

Tal vez algunos se preguntan por qué no cuento cosas más personales, de mi vida pasada, presente o futura. La verdad, algunas cosas no son para enorgullecerse, sino para avergonzarse.

¿Cuál sería la gloria de haber conocido a una marrana en esta vida y haber convivido con ella?

Jajaja, no, no se apresuren a conjeturar. Tuve un amigo en primaria cuyo apodo era precisamente "la marrana". Siempre nos llevamos bien, solo que él tuvo la desagradable fortuna de adelantarse al pexipato. Hasta donde supe nunca se casó, pero sí dejó algunos chilpayates regados por ahí. Sus hermanos y primos eran bien cabrones. Uno de ellos fue el que nos otorgó la primera lección a nuestros doce o trece años de "El arte de aproximarse a Manuela", y fue la mamá de la marrana quien nos agarró con la polla (respectiva, tampoco éramos tan cochinotes) en las manos y rajó leña con nuestros respectivos padres, jaja.

En fin, el tema del post es otro. Recordé la primera vez que conviví con otros changos al rentar un departamento pues vivíamos fuera de casa. La verdad es que no recuerdo nada (relevante), jeje. He de suponer que o teníamos una señora que nos ayudaba con tender las camas, lavar los trastes y la ropa, o bien que nunca tendíamos las camas (¿para qué? si se vuelve uno a acostar en la misma cama en la noche), nunca lavábamos los trastes (hasta que no quedaba uno limpio, y ahí sí alguien se tenía que chingar por sorteo para lavarlos) y que seguramente la ropa la lavábamos en una lavandería automática, aunque no la plancháramos.

Lo que sí recuerdo a detalle, es que algunos de estos cábulas se 'cargaban' unas minas buenísimas. Claro que a los 17 u 18, uno le tira a todo lo que se mueva, y todas se nos hacen buenísimas. A los .......nta con unos alcoholes encima también, jaja. Las llevaban al depa y pum, pum, arribotota. Y los demás (uno o dos puñetones, nomás milando. Más bien escuchando). No sé de dónde las sacaban, ni recuerdo sus rostros o sus nombres, pero sí que tenían unas piernas y un cu...tis tremendo.

Un día una de ellas (no se distinguían por su fidelidad, je) aceptó una invitación mía para ir al cine. Recuerdo que llevaba una mini, o micro o vestido cortísimo. Se le veían sus piernas hermosas. Nos sentamos en lo más oscurito con nuestras respectivas palomitas y refrescos. La función empezó y yo notaba que la chava se me quedaba viendo, como diciendo ¿a qué venimos? Ya por no dejar, en el intermedio le dí un beso y le puse una mano en las piernas, pero fue todo.

Después supe que la chava con sus otras amigas no me 'bajó' de puto, choto, marica, jaja. Quesque no hubo faje, besos de lengüita, sobadas de pecho, metidas de dedo (en las orejas, tampoco no sean mal pensados), menos acostón al terminar la función.

Ohhh, pus es que la película estaba buenísima, una de guerra o acción, jajaja.

¿Ya ven por qué les digo que no hay nada de qué enorgullecerse? jeje.

5 commentaires:

Alletta a dit…

Y ese suceso te marco de por vida y no volviste a salir con ninguna a tan solo ver la película en el cine... intermedio? ese es el tipo de palabras que nos hacen ponernos a pensar en el salto generacional xD


De mi vida y deslices pasados no creo que leas en mi blog, nada de que enorgullecerse, ni arrepentirse pero son cosas que no creo me guste ver publicadas :P

Saludos

jess a dit…

Yo tampoco publico cosas personales... =P

Y.... sólo he ido en dos ocasiones al cine con dos hombres distintos, la primera vez me mandaron con toda la family, y ps nomás a escondidas nos tomábamos de la mano, la segunda vez, me encargué de alejarme lo más posible de él... dijo que iría toda la banda y resulta que no sé por qué, sólo él estaba ahí... pfffff.

Besos virtualessss!!!!!
Muuuuuuaaaaaaaaaacccccccccckkkkkkk!!

Rogelio Segovia a dit…

alguien amanecio empalmado???

JA.

pez a dit…

Alle: tengo otra anécdota de una ida al cine, con una amigovia, pero la liga de las hermanas de la vela perpetua me excomulgaría, mínimo, ja

Alle y Jess: ¿alguien publica cosas personales? preséntenlo

Simbad: no entendí, jeje

Teresita a dit…

No pense que esas cosas fueran ciertas, yo nunca fuí ni de chiste al cine en ese plan.