lundi, septembre 29, 2008

Promenade

Voy en el metro. Tenía rato de no subirme. Ni sabía que el boleto cuesta dos varos. Bara, bara, considerando que puedes viajar de un extremo a otro de la ciudad de México. Lo que sí, si acaso tienes orejas de Dumbo, ya valiste queso. Es una tortura. En cada estación baja un wey (o weya) y sube otro. Vendiendo CD's originales de música. Bueno, los CD's sí son originales, la música grabada es pirata. A todo volumen la música, por si acaso están medio sordos. Si acaso no venden CD's, sube otro wey a declamar, y a declarar que prefiere que "voluntariamente" le des unas monedas a atracarte en plena luz del día. Así, conforme van pasando las estaciones delante de tus ojos, va pasando la Corte de los Milagros también.

Observas a los que van sentados. Hay uno que otro "raro" y "rara". Qué chistosos se ven, piensas. Todavía no es Halloween. Bajas del metro en la terminal, digo, había que desquitar los dos pesitos. Para salir está en chino, un montón de gente en las escaleras. Piensas: si salgo con todo y cartera, ya es ganancia. Caminas, preguntas a una chavita preciosa si vas bien a donde vas. Chin, que ganas de tener otra vez 16 años y ser un chavo puñetón.

Sigues caminando, qué raro, cada vez ves más gente "rara". Llega un momento en que el raro eres tú, pues todos los demás visten de manera similar. "Me hubiera disfrazado de (m)emo", reflexionas. "Hubiera yo pasado desapercibido".
Por un instante, quieres salirte del tumulto, pues sientes que no cuadras. Intentas salir, pero adelante ves una patrulla con polis. Te vuelves a meter inmediatamente al tumulto, jaja. Te sientes más seguro ahí.

Finalmente te tranquilizas, la verdad es que nadie te "pela" con todo y lo raro que eres. Empiezas a observar con detenimiento. Hay de todo, aunque para variar te concentras en mirar a las mujeres. De todo hay. Más, las chavitas. Unas guapas, otras apetecibles, otras no tanto. Ves los puestos del tianguis. La verdad, no hay mucho que te interese. Música de todos los colores y sabores. Artistas cuyos nombres en tu vida habías escuchado. Ropa. Piercings. Collares, pulseras. Puestos ambulantes de comida, pocos. Llegas al extremo de la calle y de regreso. Quisieras tomar fotos (de haber llevado cámara). No falta alguien que se ofenda y te madree, jaja. Hay dos o tres, o cuatro o cinco o más, mujeres vestidas de negro. Que mis respetos. Muy guapas y atractivas. Para no parecer que solo vas de mirón, compras un CD o DVD. Te interesas por una máscara, tipo Aníbal Lecter. Pero no la adquieres. Terminaría de adorno en tu casa. Ni modo que la lleves al trabajo.

Terminas tu recorrido y te enfilas de nuevo al metro. Tal vez vuelva otro día, aunque no es seguro. Le diré al Chilangoleón que me acompañe a la próxima, y me presente unas chavillas o unas grandecillas.

7 commentaires:

jess a dit…

ayyy a mí me encanta viajar en metro.... de verdad que hay cada nene que se sube ahí con todo y traje incluído que pfff para qué te cuento...

No sé, me late el ruidito y la sensación de la velocidad en mis oídos....

..."ya se fue el tren, y esta tarde nunca más será igual, aprendiste a tener miedo pero hay que correr el riesgo, de levantarse y seguir cayendo."....

Y yo sí me compré el CD de los bukis jaja!!

Besos virtualesssssss!!!
Muuuuuaaaaaaacccccckkkkkkkk!!!!

Cuentos Bajo Pedido ¿Y tu nieve de qué la quieres? a dit…

Las historias del metro............ son muy particulares. Un dpis me enamorpe en le metro, fue sorprendente, desde el principio tuve angustia, si era el lugar adecuado o no..........

Alletta a dit…

La experiencia sigue siendo tal cual la recuerdo, claro que en esos ayeres la chavita vestida rara era yo.

Saludos

PD en cuanto estaba la máscara? igual y me lanzo el finde de shopping para halloween :P

Adri a dit…

sipi es toda una experiencia viajar en metro.. ¿a poco no? igual y terminarias fascinado en la micro...jajaja... yo cada que me subo a la micro me bajo besando el suelo....

A mi si me gusta darme mis tiempos en algunas ocasiones para recorrer los puestecitos del metro y los tianguis, aunque a veces se me complica... me encanta comprar calcetas, estan baras y hay algunas muy raras o sicodelicas...

Besos

Teresita a dit…

Era tu oportunidad de adquirir los últimos estrenos Pexi. Igual era yo una de las chicas de negro, ah no ya recordé que hoy no viaje en el metro. Y qué le paso a tu bochotaxi?

Workaholica a dit…

Sí PEX... dile al Chilly que te lleve.... que al cabo él se la pasa todo el tiempo en el metro... ja-ja-ja....

Angeek a dit…

Pues aunque no lo creas, no sabes como extraño el metro. Siempre me sentí como Zazie.

Me quedo pensando cómo te verías de emo...