Historia de Dos Amores

¿Cuándo las empecé a ver? A una de ellas tendrá cosa de unos cinco años. A la otra, más recientemente, como unos dos años.

¿Me gustan? La verdad, sí. Una más que la otra, es cierto.

¿Se parecen entre sí? No, una tiene un cabús considerable. La otra, es plana como una tabla.

En todo caso, puedo quedarme viéndolas a las dos por horas, extasiado, obnubilado. Aunque más recientemente una acapara mis sentidos más que la otra.

No supe en qué momento empecé a perder la razón por la más joven a expensas de la más vieja. Paso más tiempo con la primera. Alguien podría hasta llegar a afirmar: "pierdes más tiempo con ella que con la otra". Pero no, no es perder el tiempo. O en todo caso, ¿qué haría yo? ellas me colman, me llenan.

Debo aclarar también que en el trabajo veo a una tercera. ¿Goloso? no creo. Cuando llegué me la asignaron a mi oficina. ¿Qué podía yo hacer? ¿rechazarla? tuve que aceptarla. Sacrificarme. Ya llevo con ella también como seis años. Esta, tiene un cabús intermedio, una medida entre el grande de la más vieja y lo llano, liso o esbelto de la más joven. La de la oficina, aguanta todo. Nunca reclama mis desvaríos. He llegado al extremo de derramarle, accidentalmente por supuesto, tampoco soy un sádico, café encima de ella y no dice nada. Se queda callada. Todo lo perdona.

Pero insisto, de las tres prefiero a una. A la más joven. La más reciente. Últimamente me ha dado preocupaciones. Algo guarda en su interior. Algo que no me deja ver. Que la hace actuar erráticamente.

Ya me aconsejaron medidas drásticas con ella. Pero me da cosa. Temo dañarla. Que luego no me reconozca. Finalmente, una reformateada es algo serio.

Este post debió haberse titulado: El pexipato y sus dos amores. Aunque en realidad son tres.

¿Cómo se llaman? No lo sé. ¿Tengo que darles un nombre?

OK, serían: la compu de pantalla plana, la más joven. La compu CRT de la oficina, de cabús mediano, la más vieja. Y la TV, de gran cabús, de mediana edad. Jajaja.

Sí, yo sé. Quema mucho el sol. Pero ojalá y mañana en la tarde llueva, jeje.