Sin novedad en el frente

Leer tanto el periódico no me está ayudando. Lo bueno es que hay periódicos virtuales gratis, si no hasta mi economía estaría más que perforada.

Ver películas tampoco me ayuda. Me gustó mucho la de "An american crime", aunque por el hecho de reflexionar.

Empecé a ver la de "Captivity (Cautivos)". Esta sí no la recomiendo a los que ya estamos un tanto paranoicos (que no psicópatas), podemos hacernos pipídel susto ene lc ine.

Entonces me dije, algo que me de risa. La verdad, en estos tiempos que corren no encuentro mucho. Bueno, les diría (les recomendaría mucho) que vieran la película de "Mamma Mia". Aunque todavía no la veo, y aunque es una comedia musical, para todos aquellos que amamos, que nos gusta la música de Abba, es como un bálsamo fresco a nuestro espíritu. Aparte actúan Meryl Streep y Pierce Brosnan, aparte de otros, creo Colin Firth.

Recuerdo (no es de risa, o al menos no leyéndolo, tal vez viéndolo sí) (lo escribo más bien como Memories of my life) una vez que me mudaba yo de una ciudad a otra, de una escuela a otra, mi boleto era para las seis de la mañana. La noche previa, me dicen unos cuates que como despedida habían organizado en la casa una partida de dominó. Yo pensé: ¿qué tanto es tantito? Las partidas fueron transcurriendo, las cervezas también, y las horas. Cuando me acordé de mi viaje, ya eran como las cuatro de la madrugada, pensé: si me duermo ahora, tal vez no me despierte a tiempo. Entonces seguimos jugando el dichoso dominó hasta las 5 A.M. más o menos.

Me fuí a la estación. Recuerdo claramente que no llevaba yo una maleta, sino una mochila pesada cargando en la espalda. Estaba yo mirando a las personas que aguardaban también su salida. Cerré los ojos unos instantes. Cuando los volví a abrir, me dí cuenta que todos a mi alrededor me miraban. Pensé: ¿qué tanto me ven? En ese momento me dí cuenta que no estaba yo de pie, sino tirado en el piso. Me había yo quedado dormido de pie y con el peso de la mochila, ahora sí que "azotó la res", jaja.

Juré y perjuré no quedarme despierto toda la noche, de nuevo, previo a un viaje. No recuerdo ya si lo he cumplido o no. Lo que sí recuerdo es que no es la única vez que la res ha azotado. Recuerdo al menos otra ocasión.

Pero esa ...

... esa es otra historia.