Ahhh, como extraño aventarme unos buenos caldos

A veces extraño épocas pasadas, cuando me aventaba unos caldos sabrosones. Eran épocas en que las chavas vestían minifaldas y al momento de sentarse y cruzar las piernas, al estilo Sharon Stone, te dejaban verles las piernas y en ocasiones las pantaletas. Otras veces lo único que alcanzabas a apreciar era a un oso peludo, jaja.

Cuando se sentían observadas, eran dos sus reacciones, una descruzar las piernas y sentarse muy retacadas, o bien, seguir enseñando unos muslos y piernas generosas.

El otro día la teacher de inglés me recordó aquellas épocas, pues portaba un vestido vaporoso y al momento de sentarse nos retrató con unas piernas que daban ganas de acariciar, lamer, besar, morder, fajar, etc. Lo curioso del asunto es que yo creo traía calor, pues se quedó en esa posición un buen rato, enseñando muslo. La verdad, no sabía si prestar atención a la gramática o de plano clavar mi vista en esa piel morena clara. Y luego nos acusan de perros, guauuuu.

Bueno, como es viernes de recomendaciones, les diré que no sé quién me recomendó aquella de El tigre y la nieve, con Roberto Benigni. Agradezco las recomendaciones, pero he llegado a la conclusión que no me gustan mucho las películas de este actor, me exaspera como habla hasta por los codos, como gesticula, el hecho de que se mueve mucho. En fin, habrá otros a quienes sí les gusta este actor.

Otra que vi fue la de El día del Apocalipsis (the crazies), remake de una película de Romero. Esta sí que se las recomiendo si es que no les disgustan las películas violentas, sangrientas y con temas que pudieran ser hasta cierto punto reales. De momento pensé que era una película clásica de zombies, pero no, más bien eran los efectos de un arma biológica, lo cual como sabemos es de actualidad.

También los milicos actúan muy en su papel, pues primero disparan y después viriguan. ¿Dónde he visto esto?

No se llevará un Oscar la película, pero entretiene.

Quod dixi dixi