mercredi, mars 29, 2006

En la cuerda floja
















No confundir con Droopy alias "Motita". O con su página quebequoise

http://www.coupsdecoeur.net/droopy.htm

TERCER ACTO:

Droopy era de temperamento. No obstante de estar casado y con familia, siempre sentía la sangre caliente. Un 12 de diciembre le adelantaron su pago en su trabajo. Tal vez pensaron que saliendo de ahí, iría a dar gracias a La Villa. Esa tarde Droopy enfiló sus pasos a un table dance del rumbo de Insurgentes Sur. A diferencia de Pulgoso, Droopy no necesitaba de vejigas para nadar. Así que entró solo al antro. Ahí pidió una botella y empezó a gozar del espectáculo. No tardó mucho en aproximarse una chica de compañía. La chava no tenía nada de extraordinario, con excepción de buenas piernas. El alcohol, el temperamento y el traer el sueldo en el bolsillo, es muy mala combinación.

Después de un buen rato, de estar metiendo mano ambos y estar chupando, Droopy acordó el precio y propuso ir al cinco letras. La mujer solicitó ir antes al sanitario, para lo cual se tomó unos diez minutos. Droopy era un poco desconfiado. Al salir del antro, no quiso tomar un taxi de los que esperaban afuera. Era temprano, aunque ya había caído la noche. Caminó con ella dos o tres calles, y ahí le hizo la parada a un taxi vocho, de los ecológicos. El chofer de unos 25-30 años, preguntó a dónde los llevaría. Droopy dijo que a la Roma, por el rumbo de Alvaro Obregón. En el parque de Río de Janeiro, el taxi detuvo abruptamente su marcha, se orilló, y el chofer dijo que el carro andaba fallando. En cuestión de segundos, abrieron la puerta dos tipos mal encarados y se subieron al taxi profiriendo insultos. Uno de ellos al lado de Droopy y su acompañante. El otro echado a un lado del chofer. Este arrancó y con ello uno de los tipos le propinó un madrazo al Droopy en el estómago, ordenándole que se flexionara sobre sí mismo, no levantara la vista y entregara sus pertenencias.

Para colmo de su mala suerte, ese día el Droopy llevaba dos de sus tarjetas, de crédito y de nómina, su credencial de elector y otras chucherías. Inmediatamente le pidieron sus NIP's (o como se llamen). Droopy recordaba el de la tarjeta de nómina, más no el otro. Lo amenazaron con matarlo. Droopy imploraba por su vida. Seguían los madrazos, aunque no tantos, o era la adrenalina que fluía por su cuerpo y no los sentía. En cierto momento el carro se detuvo y pudo alzar la vista, estaban frente a un cajero p0r el cine Las Américas. Solo obtuvieron 700 pesos de la de nómina, el resto lo había retirado Droopy antes de entrar al table. Lo siguieron insultando y pegando, reclamándole que por cuatro mil pesos prefiriera perder la vida. La realidad era que Droopy nunca había memorizado ese número secreto. Cuántas horas lo anduvieron trayendo? Droopy perdió la cuenta. Pensaba en su bien más preciado y en el dolor que le causaría a su familia.

Antes de dejarlo ir y habiéndole quitado ya su saco, y lo de valor (por suerte no quisieron sus zapatos al revisar que traían la suela desgastada), le ordenaron que bajara y no se le ocurriera voltear a ver porque le dispararían. Droopy no recuerda si traían pistola o cuchillos, solo recuerda que eran dos (tal vez tres, el chofer actuó esa noche magistralmente; o tal vez cuatro, la mujer nunca fue ni molestada, ni requerida en sus pertenencias materiales o físicas). Sin dinero, identificaciones o algo para comercializar por un boleto de metro, Droopy rogó a un niño de la calle por unas monedas. Esa noche andaba de suerte, tuvo sus monedas para regresar a su casa y algo más.

7 commentaires:

Anonyme a dit…

ok, queda claro que a los perracos los mato la calentura. y como se llamo la obra??

Zack a dit…

En este caso, esto le puede pasar a cualquiera, no es necesario andar de calenton como en los otros dos casos

En fin, para salir a la calle hay que encomendarse a todos los santos, no hay de otra

ShAdOw a dit…

De lo perdido lo que aparezca...

una pregunta... ¿Aprendiste algo de la moraleja de todos tus personajes?

Saluditos de media semana...

pez a dit…

mi teoría (bastante original por cierto, jeje) Shadow, es que nadie aprende en cabeza ajena, y de que el hombre es el único animal que se tropieza dos veces con la misma piedra

Mariwell a dit…

Mucha adicción y poco sentido de la responsabilidad... y sin embargo cuanta suerte.

un abrazo pexoso =D

Anonyme a dit…

chingado, ese es un hombre sin suerte. pero la piruja tuvo algo qu ever'??? porque a ella no la asaltaron??

Freddy a dit…

creo son historias defequenses porque en pueblo quieto todos nos conocemos y no pasa eso...las desventajas: no puedes ir al 5 letras o a algún café con aquellita porque las empleadas conocen a tu vieja y le van con el chisme